Vulcain Cricket 39 mm: el reloj de los Presidentes vuelve con esfera salmón pálido

“¿Y si me comprara un despertador para dejar el smartphone fuera del dormitorio?” Si esta pregunta alguna vez se te ha pasado por la cabeza mientras te quedabas dormido frente a la luz azul de tu teléfono, es probable que aún no hayas experimentado el canto mecánico del Cricket.

Este icónico reloj-despertador de Vulcain, apodado con razón el “reloj de los Presidentes”, regresa en 2025 en una nueva edición President 39 mm “Pale Salmon”. Y hay que decirlo desde el principio: este regreso combina hábilmente patrimonio vivo y audacia vintage. ¿Estás listo para aguzar el oído? Porque sí, el grillo mecánico todavía tiene cosas que decirte, y lo hace en un tono salmón pálido terriblemente seductor.

Una melodía en la historia: del despertador de 1947 al reloj de los presidentes

1947. Al salir de la Segunda Guerra Mundial, Vulcain sorprende presentando el primer reloj de pulsera con una alarma verdaderamente audible. Bautizado como Cricket en honor al grillo, el insecto capaz de producir un sonido estridente a pesar de su pequeño tamaño, este reloj entra inmediatamente en la leyenda. ¿Por qué tanto revuelo? Simplemente porque el Cricket resolvió un rompecabezas relojero que otras casas famosas habían abandonado: cómo integrar un despertador potente en una caja apenas más grande que un reloj estándar, todo ello sin sacrificar la precisión ni la compacidad. Vulcain lo consigue tras cinco años de investigación, bajo la dirección del ingeniero Robert Ditisheim. La solución técnica es tan ingeniosa como atípica: un pequeño martillo interno golpea un pasador solidario a una fina membrana metálica, que vibra y amplifica el sonido. El uso de un doble fondo de caja perforado transforma el reloj en una caja de resonancia, permitiendo que el cri-cri mecánico supere los 90 dB. Además, la duración de la sonería se acerca a los 20 segundos, suficiente para sacarte literalmente de la cama.

Publicidad de 1957 que apoda al Vulcain Cricket “El Reloj de los Presidentes” tras su adopción por Truman y Eisenhower
“El Reloj de los Presidentes”: publicidad de Vulcain de finales de los años 50 que destaca la popularidad del Cricket en las más altas esferas del Estado (aquí el presidente Eisenhower) – Crédito: Time2Tell

Muy pronto, el Cricket pasó de ser una innovación técnica a un icono cultural. Regalado en 1953 al presidente Harry Truman por la Asociación de Fotógrafos de la Casa Blanca, nunca abandonaría la muñeca del 33º presidente estadounidense. Su sucesor, Dwight D. Eisenhower, ya poseía uno por su cuenta —se distingue en algunas fotos oficiales—, por lo que Vulcain no tardó en comunicar sobre el “President’s Watch”. El eslogan “Do as Ike does!” (“¡Haz como Ike!”) nació después de que un Cricket sonara en plena conferencia de prensa de Eisenhower en 1956, provocando la hilaridad general (y un punto de revancha de la relojería suiza sobre el proteccionismo estadounidense). A lo largo de los años 50, la leyenda se amplifica: el Cricket también acompaña expediciones al Himalaya (ascenso al K2 en 1954), se presenta en una versión Golden Voice más pequeña para las damas en 1958, o en un reloj de buceo Nautical en 1961. En resumen, el grillo de Le Locle resuena en todas partes, desde los campamentos base del Himalaya hasta los pasillos de la Casa Blanca.

Publicidad a color de 1955 que presenta al Vulcain Cricket como compañero de grandes expediciones alpinas (aquí un equipo italiano en el K2)
A mediados de los años 50, Vulcain presume de los éxitos de su Cricket en expediciones de alta montaña (“¡ningún otro reloj sustituye al Cricket!”) – Crédito: Vulcain

1958: el apodo de “reloj de los Presidentes” se consagra definitivamente cuando un tercer hombre de estado adopta el Cricket. El efervescente senador Lyndon B. Johnson —futuro presidente en 1963— se compra un ejemplar durante una visita a Ginebra. Conquistado, él mismo regalará varios, hasta confesar en una carta que sin su Vulcain se sentía “algo menos que vestido”. Como anécdota, Johnson inició una tradición enviando un Cricket grabado al dirigente soviético Mijaíl Gorbachov en 1987. Y unos años más tarde, cuál no sería la sorpresa de la manufactura al descubrir a Gorbachov en la portada de Time Magazine (finales de 1990)… luciendo orgulloso su Cricket. Un reloj de presidente, se lo decimos. De hecho, hasta nuestros días, casi todos los inquilinos de la Casa Blanca reciben tradicionalmente un Cricket como regalo protocolario en su investidura. ¿Por qué diablos se privarían de él Barack Obama o Donald Trump? Ningún otro reloj suizo encarna tal símbolo de poder puntual.

Anatomía de un renacimiento: el nuevo Cricket President 39 mm

Después de algunas décadas más discretas (el eclipse del cuarzo casi acaba con el grillo), Vulcain retoma desde 2022 su modelo estrella. Bajo el impulso del empresario Guillaume Laidet, la marca de Le Locle ha relanzado la producción del Cricket original, en formatos modernizados (39 mm y 36 mm). El President 39 mm “Pale Salmon” es el último nacido de esta colección, y claramente el que más atrae las miradas —o debería decir las papilas gustativas visuales—. Porque su color salmón pálido, inspirado en las pátinas cobrizas de las esferas de época, es de un refinamiento exquisito. Pero no nos engañemos: este reloj no es solo una bonita esfera. Es un concentrado de saber hacer histórico, actualizado con una inteligencia poco común. Entonces, ¿hacemos un pequeño recorrido por el propietario? Por supuesto que sí.

Caja. Con un diámetro de 39 mm (frente a los 34 mm de los Cricket de los años 50), Vulcain busca el justo medio entre la elegancia vintage y la presencia moderna. Es simple: este reloj se ajusta perfectamente a todas las muñecas. Ni demasiado grande, ni demasiado pequeño, asume plenamente el giro “neo-vintage” que ha tomado la relojería de buen gusto. Su grosor de 12,7 mm, aunque no despreciable, se mantiene contenido gracias a un fondo curvado que se adapta a la muñeca. La distancia lug-to-lug de 46 mm permite, además, una fácil inserción bajo la manga de una camisa —el Cricket era y sigue siendo, ante todo, un reloj de oficina—. La caja de acero inoxidable 316L alterna superficies pulidas a espejo y satinadas circulares en el bisel, un deleite para la vista sin exceso de reflejos.

En la parte superior, un cristal de zafiro de doble cúpula reproduce el aspecto de los plexis abombados de antaño, al tiempo que ofrece una útil resistencia a los arañazos. Así, el Cricket President muestra un aspecto decididamente fiel al original, soportando al mismo tiempo los rigores de la vida cotidiana del siglo XXI.

Vista del fondo de caja “full metal” del Cricket President 39 mm, grabado con “SOLD THE WORLD OVER SINCE 1858”
Fondo de caja de acero de la versión edición “President”: todos los relojes Cricket llevan esta inscripción histórica “Sold the world over since 1858”. Esta tapa trasera maciza y perforada actúa como caja de resonancia para amplificar el sonido – Crédito: Vulcain

Movimiento. El verdadero golpe de efecto de Vulcain es haber conservado el movimiento Cricket original en el corazón de sus nuevos modelos. Sí, has leído bien: el President 39 mm alberga el calibre de manufactura V-10, que no es otro que la evolución directa del calibre 120 de 1947. En otras palabras, ¡el reloj de 2025 suena exactamente como el de Harry Truman! Encontramos una arquitectura de doble barrilete: uno almacena la energía para la hora, el otro se dedica a la alarma (garantizando que esta última nunca interrumpa la marcha del tiempo). La frecuencia se ha mantenido voluntariamente “a la antigua” (18.000 alt/h, es decir, 2,5 Hz), una elección acertada para favorecer una sonoridad amplia y prolongada del despertador. La reserva de marcha es de 52 horas, y la sonería puede ser remontada de forma independiente. En cuanto a las decoraciones, Vulcain ha actualizado su copia: el calibre V-10 está rodiado, sus tornillos son azulados y los rochetes (las ruedas de remontuar) están calados —suficiente para deleitar a los coleccionistas, especialmente con el fondo de zafiro opcional—. Pero quizás me estoy adelantando a la siguiente sección…

Vista del lado de los puentes del calibre Vulcain 120 (doble barrilete), idéntico al que equipan los Cricket modernos V-10
El calibre Vulcain 120 de doble barrilete (17 rubíes), presentado en 1947, aquí fotografiado fuera de la caja. Su descendiente actual, el Calibre V-10 (25 rubíes), es una copia conforme con algunas mejoras apenas visibles – Crédito: Bob’s Watches

Para los amantes de la técnica pura, mencionemos también la presencia del sistema Exactomatic. Este dispositivo patentado en 1946 tiene como objetivo igualar las fricciones en el eje del volante en todas las posiciones, modificando la suspensión Incabloc. En la práctica, esto garantiza una mejor regularidad de la marcha, incluso cuando el reloj cambia de orientación (recto, inclinado, apoyado de canto…). Un detalle preciso que Vulcain se enorgullece de haber conservado para mantener el alma del calibre original en sus reediciones. Al final, apenas es una exageración decir que llevar un Cricket President 2025 es tener un pedazo vivo de 1947 en la muñeca. Increíble, ¿verdad?

Publicidad de 1956 en la revista Life: “¡Manda con un Cricket! El mejor reloj del mundo para gente ocupada”
La alarma del Cricket destacada en una revista estadounidense (1956) por sus virtudes prácticas: “el mejor reloj del mundo para gente ocupada, te pone al mando”. El guiño a los pilotos de Swissair subraya la fiabilidad y la potencia del despertador – Crédito: Vulcain (Life Magazine)

Una esfera “Pale Salmon” que causa sensación

Llegamos al encanto más visible de esta edición: su esfera salmón pálido. Este tono, a medio camino entre el rosa cobrizo y el champán suave, es un claro guiño a los Cricket vintage patinados de los años 50. De hecho, muchos Vulcain de época vieron sus esferas lacadas teñirse de reflejos albaricoque o coral con el tiempo (y la oxidación del radio luminiscente). Por lo tanto, Vulcain ha optado por ofrecer de entrada esta calidez visual en una esfera nueva, pero estabilizada —no hay radiaciones ni envejecimiento incontrolado aquí, no se preocupen—.

El resultado es sorprendente: el “Pale Salmon” capta la luz con una suavidad particular, sin ser demasiado llamativo. Diminutas partículas en el acabado le confieren un aspecto semimate muy elegante. Ciertos ángulos revelan incluso matices cremosos, casi melocotón, que literalmente hacen la boca agua (ya ven, no lo llamaba “papilas gustativas visuales” por casualidad…).

Como un perfume vintage: muchos Vulcain antiguos han adquirido con el tiempo un tono “asalmonado” o, como aquí, yema de huevo, muy buscado por los coleccionistas. La nueva esfera Pale Salmon ofrece desde el principio este color “patinado” (aquí un Cricket vintage de los años 50) – Crédito: Gabriel Heim

Esta elección cromática tampoco es baladí desde el punto de vista de las tendencias. Las esferas salmón están viviendo un verdadero auge en el planeta relojero desde hace algunos años (el famoso hashtag #salmonDial causa furor en Instagram). Casas prestigiosas como Patek Philippe o A. Lange & Söhne han contribuido a popularizar estos tonos rosados en ediciones limitadas, confiriendo al color salmón un estatus de “nuevo clásico”. Vulcain, al reinvertir en este registro de color en un reloj históricamente legítimo, se posiciona como un verdadero conocedor de las expectativas del mercado. Cabe señalar que este matiz es muy suave, más pálido que el habitual “salmón ahumado”. Por lo tanto, se combina fácilmente con un atuendo de trabajo (traje antracita, camisa blanca, por ejemplo), aportando al mismo tiempo un toque de originalidad que atrae la mirada sin chocar. Y, admitámoslo, en fotografía este color es un deleite: en pantalla, resalta maravillosamente, lo que no estropea nada en un momento en que muchos aficionados descubren los relojes a través de las redes o los boletines de noticias de relojes. En resumen, justo en la tendencia sin ser un seguidor, bravo Vulcain.

Índices aplicados dorados, números arábigos vintage y minutería de ferrocarril – los Cricket de los años 50 (aquí un ejemplar de hacia 1960) tienen una estética cálida: estos modelos clásicos también han sido reinterpretados por la marca – Crédito: Museo Suizo

Función “despertador”: un placer útil en el día a día

Podría parecer que en la era de los smartphones y las alarmas digitales, la complicación del reloj-despertador habría perdido su interés. ¡Para nada! El Vulcain Cricket ofrece una experiencia sensorial única de la que uno no se cansa, ni siquiera en 2025. Por un lado, porque el sonido mecánico es mucho más cálido (y menos estresante) que la tonalidad estridente de un iPhone. Por otro lado, porque el simple hecho de dar cuerda y ajustar esta alarma te reconecta con el tiempo de una manera física. ¿Es necesario recordar que el Cricket vibra distintamente en la muñeca cuando suena la alarma, además de emitir su famoso zumbido? En una reunión, es ideal: se siente la suave vibración que nos indica discretamente que se acerca la hora límite, sin molestar a todo el auditorio (incluso podemos dejar el smartphone en silencio, por una vez).

El funcionamiento del despertador Vulcain ha permanecido simple e ingenioso, como en el original: se utiliza la corona de las 3 h para dar cuerda al resorte de la alarma (en el sentido de las agujas del reloj) y al de la hora (en sentido contrario). El pulsador de las 2 h sirve como selector: presionado, desembraga la corona y permite entonces ajustar la aguja de la alarma (una pequeña segundera con flecha) a la hora deseada, con una precisión de aproximadamente un cuarto de hora.

Nada más infantil. Una vez activada la alarma, solo hay que esperar la hora fatídica. A menudo se ve en los rostros de quienes descubren el Cricket por primera vez un brillo de asombro cuando el grillo se pone a cantar. Y sí, a pesar de un diámetro modesto, la sonería estridente siempre sorprende por su potencia. Una publicidad de 1952 precisaba, además, que el Cricket “le sirve de memoria, le recuerda sus citas, le aporta serenidad”. ¡Promesa cumplida!

La famosa aguja del despertador, que se ajusta como una esfera de 24H (aquí, está ajustada a las 16:30)

Con el uso, uno se aficiona rápidamente a este pequeño ritual diario. Dar cuerda a su Cricket cada mañana, elegir si es necesario una alarma para el día, decirse que esta vez llegaremos a tiempo a la estación… Es un lujo discreto, un poco nostálgico, cierto, pero endiabladamente satisfactorio. ¿Quién dijo que la relojería mecánica tenía que ser inútil? ¡Desde luego, no aquellos que saltaron de la cama gracias a un Cricket un día de examen o de gran partida!

¿Fondo de zafiro o fondo macizo? El dilema del purista

Vulcain ofrece, en esta edición President 39 mm, una opción interesante: elegir un fondo de caja transparente (zafiro) por un suplemento de aproximadamente 400 CHF. La versión estándar está provista de un fondo de acero macizo, grabado con “Cricket President”. Entonces, me dirán, ¿qué elegir? Todo depende de su prioridad: la autenticidad acústica o el espectáculo mecánico. El fondo macizo, como hemos visto, juega un papel crucial en la resonancia de la alarma (es él quien amplifica el sonido, a través de sus aberturas calculadas).

Con él, el Cricket canta a pleno pulmón; nos mantenemos en la tradición pura, la que conocieron Truman y LBJ.

El fondo de zafiro, por su parte, permite admirar el calibre V-10 en acción. Y, en particular, ver el pequeño martillo golpear frenéticamente su pasador más de 1.200 veces en 20 segundos: un verdadero espectáculo. Este es típicamente el tipo de elección que hace debatir a los coleccionistas. Personalmente, tendería a abogar por el fondo macizo para permanecer fiel al alma del Cricket… pero reconozco que mirar el despertador a través del cristal también es muy placentero. Así, Vulcain no impone un compromiso: cada uno puede elegir según su sensibilidad. Bastante agradable, ¿no?

Publicidad de Vulcain Cricket de 1952 “Una tradición y una creación” que alaba la fiabilidad del despertador “le recuerda sus citas, le asegura la paz de espíritu”
“Una tradición… una creación…” – Desde 1952, Vulcain subraya cómo su reloj-despertador “actúa como su memoria”. La opción del fondo de zafiro en 2025 permitirá ver esta memoria mecánica en acción, una elección corneliana entre una acústica óptima y la admiración del calibre – Crédito: Vulcain

¿Cuánto cuesta, Señor Presidente?

4.700 CHF (precio de catálogo en Suiza): esa es la suma que se pide para llevarse este pedacito de historia en la muñeca. ¿Caro, no caro? La pregunta, obviamente, merece ser planteada.

Algunos replicarán que con esa suma ya se puede encontrar un buen Cricket vintage de los años 50 (o incluso un Jaeger-Lecoultre Memovox de segunda mano) —es cierto—. ¿Pero estamos comparando realmente lo que es comparable? El Pale Salmon, en cambio, es nuevo, garantizado, resistente al agua y listo para usar sin una costosa restauración. Su calibre es de manufactura (rarísimo en este rango de precios, la mayoría de los relojes de 5k CHF albergan un Sellita o un ETA estándar). Además, poseer un Vulcain Cricket moderno es, como hemos visto, poseer el ADN exacto del reloj que despertó a presidentes —intente ponerle un precio a eso, verá que no es tan evidente—.

Algunas cifras para convencerse: Vulcain es un microactor de la relojería, sus volúmenes de producción son muy bajos (unos cientos de unidades por referencia). Su Cricket nuevo ha sido ensamblado en Le Locle, ajustado a mano, probado, mimado.

Honestamente, en un momento en que algunos relojes de buceo suizos sin historia coquetean con los 7k CHF, el presente Vulcain se presenta como una buena relación calidad/emoción. En resumen, por ~4.800 € con IVA, se lleva un auténtico calibre histórico y un pedazo de patrimonio americano-suizo. Visto así, no es un precio tan caro.

El Presidente Dwight D. Eisenhower luciendo su Vulcain Cricket en 1957 (campaña “Do as Ike does”)
Uno de los primeros embajadores involuntarios del Cricket fue Dwight Eisenhower. Aquí en 1957, su reloj es bien visible – en la época, Vulcain lo utilizó para promocionar la colección entre la “gente ocupada” (hombres de estado, pilotos, etc.) – Crédito: DR

Conclusión: el grillo mecánico todavía tiene futuro

El Cricket President 39 mm “Pale Salmon” es mucho más que un simple reloj vintage reeditado. Es una verdadera declaración de amor a un clásico de la relojería, vestido con un color audaz para seducir a la nueva generación. Encontramos todo lo que hizo el éxito del Cricket original: una complicación útil y lúdica, un diseño elegante y funcional, y ese pequeño escalofrío cuando el despertador se pone a sonar en el hueco de la muñeca. ¡Y queremos más! Este reloj logra ser a la vez un homenaje fiel (mecánicamente hablando, es puro 1947) y un objeto plenamente actual (su esfera salmón es todo menos anticuada). Deleitará tanto al coleccionista exigente ávido de autenticidad como al aficionado a los relojes hermosos en busca de una pieza con carácter sin concesiones técnicas.
Así, en 2025, el canto del grillo ha vuelto con más fuerza en la alta relojería. Y nos recuerda una cosa: incluso en la era digital, la emoción de una sonería mecánica bien ajustada no tiene igual
Un poco de memoria en la muñeca, en resumen. La hora siempre presente en la memoria, decía la publicidad: ¡más actual que nunca!

Y usted, ¿sucumbirá al canto vintage del Pale Salmon? Díganos en los comentarios si este renacimiento del Cricket le hace vibrar tanto como a nosotros —la conversación está abierta, ¡y el grillo solo espera hacer nuevos adeptos!—

 

Valery

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