¿Sabía que algunos relojes Jaeger-LeCoultre de los años 60 valen hoy más de 30.000 euros? La casa suiza, apodada « la gran casa del Valle de Joux », ha creado guardatiempos que trascienden su función principal para convertirse en verdaderos objetos de colección e inversión. Descubra los modelos que han marcado la historia de la relojería.
Imagine un mundo donde un reloj puede literalmente darse la vuelta sobre sí mismo para proteger su esfera. En 1931, mientras la mayoría de los relojeros se contentaban con mejorar marginalmente sus movimientos, Jaeger-LeCoultre revolucionaba completamente los códigos con su Reverso. No era simplemente un nuevo reloj, sino una verdadera revolución conceptual. Y eso era solo el principio.
Lo que distingue verdaderamente a JLC de otras manufacturas es su capacidad para innovar mientras preserva la esencia misma de la relojería tradicional. El Memovox de 1950 ilustra perfectamente esta filosofía: primer guardatiempo en integrar una alarma mecánica en la muñeca, demuestra que se puede ser a la vez innovador y respetuoso con las tradiciones.
Contrariamente a la idea recibida de que lo vintage es sinónimo de fragilidad, los relojes JLC de los años 50-70 son a menudo más robustos que algunas producciones contemporáneas. Su mecánica, pensada para durar, continúa funcionando con precisión décadas después, como lo demuestra el legendario Polaris de 1968, uno de los primeros relojes de buceo-alarma del mundo.
Entre cajas reversibles, movimientos de excepción y complicaciones revolucionarias, estos guardatiempos cuentan mucho más que la hora: testimonian una época en la que la innovación relojera no tenía límites.
Sommaire
Recordatorio sobre la historia de Jaeger-Lecoultre

Históricamente, el Reverso fue creado en 1931 a petición de un industrial suizo, César de Trey, con el fin de «inventar un reloj capaz de deslizarse, pivotar y darse la vuelta sobre sí mismo». Esta caja con bisagra (tipo «tanque» invertido) podía entonces presentar en el reverso un lado metálico resistente a los golpes, protegiendo el frágil cristal de la esfera.

Por su diseño Art Déco depurado y su mecánica fiable, el Reverso trascendió rápidamente las fronteras deportivas para convertirse en un gran clásico de la relojería.
Del mismo modo, el Memovox original de 1950 (calibre manual 489) introducía la complicación de alarma mecánica, y seis años más tarde, en 1956, su movimiento automático (calibre 815) convirtió a JLC en la primera manufactura en ofrecer una alarma automática de pulsera.
Finalmente, en 1968, el Polaris fue lanzado como versión «Super Compressor» del Memovox. Fue una primicia mundial de reloj de buceo estanco con alarma, equipado con tres coronas (una corona central que ajustaba el bisel interno graduado) y construido para resistir los entornos submarinos.
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Movimientos y complicaciones principales
Los relojes emblemáticos de JLC se distinguen por movimientos internos a menudo innovadores. Por ejemplo, el Memovox original (c.1950, calibre 489) era manual, equipado con dos coronas para la alarma independiente de la cuerda. Su sucesor automático (calibre 815, 1956) ofrecía 45h de reserva y permitía ajustar la alarma mediante un disco central (indicado por un triángulo giratorio). Este calibre MEMOVOX automático fue el primer movimiento de alarma de cuerda automática del mercado. Del mismo modo, el calibre Polaris original (calibre 825, segunda mitad de los años 60) era un 3 coronas especial para buceadores (corona inferior: ajuste horario, superior: cuerda de la alarma, central: bisel interno).

Las complicaciones centrales de estos relojes son, por tanto, la alarma mecánica (Memovox/Polaris), la caja reversible (Reverso) y, en algunos modelos posteriores, calendarios o fases lunares. Por ejemplo, el Master Grande Réveil (1989) de JLC combinaba alarma, calendario perpetuo y fases lunares – una de las alarmas más sofisticadas jamás producidas por la manufactura.

Además, la casa ha revisitado a menudo sus clásicos añadiéndoles módulos modernos (ej. Reverso Gyrotourbillon 2 en 2008 con movimiento esférico, o Memovox Worldtime automático con visualización simultánea de varias zonas horarias). La precisión relojera y la calidad de los calibres JLC (cuerda manual/automática, ajuste fino, decoraciones cuidadas) siempre han sido un punto de honor de la marca.

Referencias imprescindibles
En el catálogo histórico de JLC, algunas referencias se consideran emblemáticas. Estas son las principales:
- Reverso Original 1931 (ref. típica 270.8.x o posteriores): el primer modelo cuadrado rectangular de acero inauguró la caja reversible. A modo de ejemplo, el «Tribute to 1931» de 2011 (calibre 822) respetaba las dimensiones originales (46×27.5×7.2 mm) y el diseño Art Déco de las agujas tipo espada y los índices delfín. Desde entonces, han nacido numerosas variantes: versión DuoFace (doble esfera reversible), ediciones limitadas (alianza de oro y esmalte, reflejos de colores, etc.), esferas guilloché o lacadas.

- Variaciones vintage del Reverso: además del Original, citemos el Reverso Classique antiguo (ej. ref. 250.8.xx de los años 1960–80, caja de acero, cifras árabes o trazos), o series tribute de 1990-2010 (ej. «Tribute to 1931» acero/acero, caja de oro rosa sobre esfera blanca o rojo metalizado). Todos estos modelos conservan las señas de identidad del Reverso: estribo con tres estrías, agujas tipo espada, movimiento manual fino.

- Memovox años 1950: se recuerdan en particular las referencias E855 (1950, movimiento manual 489, sin fecha) y E859 (1956, automático 815, fecha simple). Estos modelos suelen tener una esfera plateada clara de 2 niveles, dos coronas (la superior para la alarma, la inferior para la hora). Un modelo raro es el Memovox Deep Sea (1959–60), primer reloj de buceo con alarma, producción limitada (~950 ej.). El texto a continuación muestra un ejemplo de un Memovox de acero clásico de los años 60.

- Polaris 1968: último avatar del Memovox de buceo. Ref. E859/825, caja estanca «Super Compressor» con triple fondo de caja, bisel interno de ajuste mecánico, índices trapezoidales amarillos luminiscentes. Las tres coronas (una para la alarma, una para la hora y una para el bisel) confieren al Polaris su aspecto distintivo. Además de la versión de acero, JLC ha producido «Tribute to Polaris» modernos (p. ej., ediciones limitadas en 2008 y 2018). La foto de abajo muestra una reedición reciente, fiel al diseño de 1968.

Modelo / Ref. | Año y Movimiento | Complicación | Comentarios |
---|---|---|---|
Reverso 1931 (ej. 270.8.x) | 1931 (manual, cal. JLC 76/65) | Caja reversible | Primera caja pivotante, protección del cristal. |
Reverso Tribute (p. ej. 278.8xxx) | 2011+ (cal. 822 automático) | Solo hora, Fecha en un lado (según versión) | Inspirado en el modelo de 1931, acabados art déco. |
Memovox E855 | 1950 (manual, cal. 489) | Alarma mecánica | Doble corona, sin ventanilla de fecha. |
Memovox E859 | 1956 (automático, cal. 815) | Alarma + Fecha | Primer Memovox automático, fecha pequeña a las 3h. |
Memovox Deep Sea 1959 | 1959 (automático, cal. 825) | Buceo + Alarma | Primer reloj de buceo-alarma, bisel interno, muy raro (lim. 950 ej.). |
Polaris E859 (1968) | 1968 (automático, cal. 825) | Buceo + Alarma | Reloj de buceo «Super Compressor», 3 coronas, 1714 ej. producidos. |
Evolución de los precios
En el mercado de coleccionistas, estos relojes JLC han visto sus cotizaciones evolucionar fuertemente. El Reverso, históricamente accesible (unos miles de euros para los modelos sencillos de 1931 o de los años 80), ha visto subir sus precios: las ediciones limitadas o complicaciones específicas (p. ej. Gyrotourbillon 2) se negocian actualmente muy por encima de los 50.000 €. Un Reverso Gyrotourbillon 2 en platino alcanzó así ~92.000 € en subasta (récord en Catawiki). Los modelos vintage «básicos» (acero, doble cara) se mantienen más bien en un rango de 3–10k € según estado, rareza y movimiento.
En cuanto al Memovox clásico, los ejemplares de los años 50-60 en acero pueden negociarse en torno a 4–8k € (incluso 10k € para un modelo Deep Sea en buen estado), mientras que los modelos de oro amarillo de la misma época suelen superar los 8–12k €. El Polaris 1968, más raro, alcanza niveles más altos: Hodinkee señala que un Polaris en buen estado se negocia más bien entre 15.000 y 30.000 USD, lo que supone un orden de magnitud similar en euros hoy en día.
Estas tendencias son corroboradas por las plataformas de subastas y los sitios de venta especializados: por ejemplo, Rare Watches Co. o Catawiki anuncian regularmente varios miles de euros por un Reverso Vintage o un Memovox clásico en buen estado. También se observa un efecto de colección: las piezas con caja/archivos oficiales (fullset) se venden sensiblemente más caras. A título indicativo para 2025, se puede estimar grosso modo:
- Reverso Vintage (acero sencillo): 3.000–8.000 € (10k€+ para oro/limitada).
- Memovox 1950–60 (acero con fecha/automático): 5.000–10.000 €.
- Polaris 1968 (acero): 15.000–30.000 €.
Estos rangos pueden variar mucho según la rareza de la esfera (índices antiguos vs. restaurados), el estado de la caja y la presencia de los documentos.
Consejos de compra – autenticación visual
Para adquirir estas piezas vintage, hay que ser vigilante. He aquí una lista de comprobación visual no exhaustiva:
- Estado de la esfera: buscada por los coleccionistas, la esfera debe presentar las marcas correctas (logotipo «LeCoultre» vs «Jaeger-LeCoultre», «Swiss» o «Swiss Made» según el mercado). En los Reverso de 1930-50, se espera tritio antiguo que se vuelve crema. Los Memovox deben tener el triángulo de alarma correctamente centrado y las coronas con el anagrama «JL» (recientemente rehechas en las reediciones).
- Mecanismo de alarma: verificar que la corona de «alarma» (2h) siga siendo suave al tirar y al ajustar el disco interior. La alarma debe sonar claramente (prueba manual). Una corona de alarma agarrotada o un sonido débil pueden indicar un muelle roto o herrumbre interna.
- Índices y agujas: en los Polaris, los índices trapezoidales amarillos deben estar intactos (sin reparaciones burdas). Las agujas de un Memovox clásico suelen ser tipo espada o delfín, en buen estado de revestimiento. En los Reverso, asegurarse de que las agujas azules de acero templado o pavonado no estén dobladas.
- Caja y movimientos: la caja de los Reverso debe poder pivotar sin juego excesivo. Verificar la ausencia de soldaduras/pátinas sospechosas en las asas o los bordes. En la caja del Polaris, la estanqueidad original a menudo ha desaparecido; buscar rastros de oxidación bajo los fondos. Siempre mirar el calibre: un buen modelo de época lleva un movimiento JLC firmado (489, 815, 825…); un calibre no original o incompleto es una bandera roja.
- Grabados y números: algunos modelos tienen grabados (número de serie, referencia) visibles en el fondo o entre las asas. Deben ser finos y bien alineados (un grabado «tembloroso» o rehecho es sospechoso). En el Reverso, la ubicación de las marcas de referencia en el reverso (ej. «278.857») debe corresponder al modelo indicado.
- Autenticidad de los accesorios: en los modelos vendidos en paquete «full set», verificar que la tarjeta de garantía corresponda bien al calibre y a los números de caja. Pero esta lista de comprobación se centra en lo visual: la ausencia de documentación no desacredita necesariamente un reloj, pero reduce su precio de reventa.
En resumen, comprar un JLC vintage requiere rigor y tiempo: a menudo se aconseja comparar varias fotos de referencia (archivos y archivos en línea) y, si es posible, consultar a expertos del sector relojero. Los precios al alza incitan a la cautela: es mejor privilegiar un ejemplar de «vendedor conocido» fiable que una oferta demasiado tentadora. Con la edad y el éxito de estos modelos, mantener la autenticidad de la esfera y del movimiento es la clave para conservar su valor.
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