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Los cronógrafos Hamilton más icónicos que marcaron época

Mientras todo el mundo se pelea por los Heuer y Breitling a precios de oro, emerge una verdad incómoda: los verdaderos pioneros del cronógrafo automático llevaban un nombre grabado: « Hamilton ». Estos revolucionarios relojes suizo-americanos merecen por fin su momento de gloria.

¿Y si te dijera que Steve McQueen se equivocó de reloj?

Mientras Hollywood glorificaba el Monaco, los coleccionistas se disputaban los Carrera y las subastas alcanzaban cifras astronómicas por los Heuer, una revolución silenciosa se gestaba en la sombra. Una revolución firmada por Hamilton.

¿Creías conocer la historia del cronógrafo automático? Piénsalo de nuevo. En marzo de 1969, cuando el mundo de la relojería dio un vuelco, no fue solo gracias a los suizos. Los americanos llevaban las riendas.

Hamilton –sí, esa marca que asociabas con los relojes de ferrocarril– acababa de sacudir la industria aliándose en secreto con sus « rivales » helvéticos. El Proyecto 99: un consorcio clandestino que daría a luz al primer cronógrafo automático de la historia.

Hoy, mientras los Heuer se venden por 15.000 €, estos Hamilton revolucionarios siguen siendo sorprendentemente accesibles. ¿Entre 1.500 y 4.000 € por una pieza de historia relojera?

Es hora de restablecer la verdad.

1. Contexto histórico: por qué estos cronógrafos fueron revolucionarios

A mediados de la década de 1960, la carrera por la innovación relojera estaba en pleno apogeo. Hamilton, fundada en 1892 en Estados Unidos, ya gozaba de una sólida reputación gracias a sus relojes de precisión para el ferrocarril y sus relojes militares. Sin embargo, la casa aún no había lanzado un cronógrafo de pulsera con su propio nombre. En aquella época, los cronógrafos suizos (Heuer, Breitling, etc.) dominaban la escena, y la complicación del cronógrafo seguía siendo de cuerda manual. Ahí es donde Hamilton entra en juego y aporta un soplo de aire fresco. En 1966, Hamilton adquiere la manufactura suiza Büren, obteniendo así acceso a la tecnología del famoso microrotor Intra-Matic.

Esta alianza suizo-americana resultará crucial en la carrera por el crono automático.

En 1968, Hamilton lanza sus primeros cronógrafos de pulsera bajo su propio nombre, aquí los modelos extraoficialmente llamados “Chronograph A” (esfera blanca panda) y “Chronograph B” (esfera negra invertida). Estos relojes de 36 mm albergan el calibre Valjoux 7730 de cuerda manual. Crédito: Worn & Wound

De hecho, Hamilton se asocia desde 1968 a un consorcio apodado Proyecto 99: Breitling, Heuer-Leonidas, Büren-Hamilton y el especialista Dubois-Depraz unen sus fuerzas para desarrollar el primer movimiento cronógrafo automático. Esta asociación inédita –marcas rivales cooperando en el más absoluto secreto– culmina en marzo de 1969 con la presentación simultánea en Ginebra y Nueva York del calibre Chronomatic (también conocido como Calibre 11).

Así nace uno de los primeros cronógrafos automáticos de la historia, en competencia directa con el Zenith El Primero (anunciado unos meses antes) y el Seiko 6139 en Japón. Hamilton, con su aportación del movimiento de microrotor de Büren, desempeñó un papel determinante en esta revolución técnica.

Es una revolución porque, por primera vez, un cronógrafo se da cuerda solo en la muñeca. ¡Se acabaron los olvidos de darle cuerda manualmente en plena acción! Además, los cronógrafos Hamilton heredarán funcionalidades innovadoras para la época: un fechador integrado (algo raro en los cronos de los 60), una disposición de esfera bicompax depurada y –particularidad estética– una corona desplazada a las 9h en los modelos automáticos (el signo distintivo del Cal.11). Por otra parte, Hamilton no se detiene ahí en términos de innovación: en 1970, la marca también estará en el origen del primer reloj digital LED (el Pulsar). Pero volvamos a nuestros cronógrafos mecánicos.

En resumen, a finales de los sesenta Hamilton pasa de ser un recién llegado al cronógrafo a ser un innovador de vanguardia, lo que explica por qué estos modelos vintage siguen fascinando a los coleccionistas hoy en día.

2. Movimientos y complicaciones principales: fechas e innovaciones

Hamilton supo adaptarse en un tiempo récord a los avances tecnológicos de su época. Así, sus cronógrafos vintage incorporan dos grandes familias de movimientos: primero, robustos calibres manuales suizos, y luego el famoso calibre automático fruto del Proyecto 99. Para entenderlo mejor, retrocedamos a 1968, cuando Hamilton lanza sus primeros cronos.

1968 – Primeros calibres manuales Valjoux: Los Chronograph A y B de Hamilton (presentados más abajo) utilizan el Valjoux 7730, un movimiento suizo de cuerda manual y dos contadores. Este sencillo calibre de 18.000 alt/h ofrece 45h de reserva de marcha y una fiabilidad a toda prueba. No dispone de función de fecha ni de dispositivo de parada de segundero (no hay hacking en estos modelos), pero asegura lo esencial: un cronógrafo de 30 minutos preciso y fácil de mantener. Hamilton, al no tener todavía una herramienta de producción interna para los cronos, subcontrata a Heuer la fabricación de estos relojes. De hecho, Heuer ensambló para Hamilton varias variaciones de cronógrafos durante este período, lo que explica el parentesco técnico con los Carrera y Autavia de la misma generación.

1969 – Calibre 11 Chronomatic automático: El punto de inflexión llega en marzo de 1969 con la introducción del calibre Chronomatic 11 (Hamilton también lo designará como calibre 11 H). Fruto de una colaboración extraordinaria, este movimiento asocia una base automática Büren con microrotor y un módulo cronógrafo Dubois-Depraz. Concretamente, esto da como resultado un calibre bicompax de 17 rubíes, que oscila a 19.800 alt/h, dotado de cuerda automática y función de fecha. Todo ello con un grosor reducido gracias al microrotor alojado en el plano del movimiento. Los cronógrafos Hamilton equipados con este Cal.11 se reconocen inmediatamente: la corona está situada a las 9h (lado izquierdo de la caja), opuesta a los dos pulsadores a las 2h y 4h. Es un guiño discreto que indica que el usuario ya no necesita dar cuerda a su reloj todos los días. En su lanzamiento, este calibre 11 fue aclamado como una de las mayores innovaciones relojeras de la década.

1970-72 – Evoluciones Cal. 12, 14 y Valjoux 7733: El calibre Chronomatic experimentará mejoras. Ya en 1971, Hamilton adopta el calibre 12 (derivado del 11, con una frecuencia aumentada a 21.600 alt/h para mejorar la precisión). Sobre todo, Hamilton desarrolla con sus socios una variante que integra una segunda zona horaria: el calibre 14, dotado de una aguja 24h adicional (GMT). Este Cal.14 animará un cronógrafo muy particular apodado Count-Down que detallaremos más adelante. Paralelamente, en el segmento militar, Hamilton sigue utilizando robustos calibres manuales.

Hamilton RAF, foto por Timeanagram

Cuando la Royal Air Force británica le encarga cronos en los años 1970, Hamilton opta por el Valjoux 7733 (versión mejorada del 7730). Este último aporta un detalle crucial para uso militar: el dispositivo de parada de segundero. En efecto, tirar de la corona de un Hamilton RAF detiene el segundero, permitiendo una sincronización precisa entre pilotos – indispensable para misiones coordinadas. Cabe destacar que estos relojes RAF también carecen de cualquier complicación superflua (sin fecha), fieles al mantra militar “Keep it simple”.

En términos de materiales y elementos, los cronógrafos Hamilton vintage también presentan algunas especificidades técnicas. Por ejemplo, la mayoría lucen un cristal hesalite (plexiglás acrílico) abombado en lugar de un zafiro, ofreciendo una estética cálida y fácilmente pulible en caso de arañazo. Las cajas de acero suelen ser atornilladas (salvo algunos monobloques como el Chrono-Diver 647), garantizando una buena estanqueidad para la época (generalmente 5 o 10 ATM). Finalmente, a diferencia de otras marcas que experimentan con movimientos electrónicos en los setenta (Lip con su calibre R184, por ejemplo), Hamilton seguirá centrado en la mecánica pura para sus cronos hasta finales de los años 1970. Esta continuidad explica la vida útil y la facilidad de mantenimiento de estos guardatiempos aún hoy.

3. Referencias imprescindibles: modelos estrella y variaciones

¡Ahora, las estrellas! Aquí tienes una selección de los cronógrafos Hamilton vintage más emblemáticos, aquellos que todo coleccionista de relojes militares y americanos debe conocer. Repasaremos sus características, su historia y lo que los hace únicos. Finalmente, una tabla comparativa resumirá las especificaciones clave de cada referencia.

• Hamilton “Chronograph A” (1968) – Este cronógrafo prefigura la entrada de Hamilton en el selecto club de los grandes. Apodado así por los coleccionistas, el Chronograph A presenta una esfera panda blanca con dos subcontadores negros (a las 3h y 9h). Con un diámetro de unos 36 mm, está equipado con el calibre manual Valjoux 7730 sin fecha. Su diseño depurado recuerda a los Heuer Carrera de la misma época –normal, ya que Heuer lo fabricó para Hamilton. No se indicaba ninguna inscripción de modelo específico en la esfera, solo el logotipo H estrellado de Hamilton y la mención «Swiss» discretamente a las 6h. Este guardatiempo sobrio y elegante es hoy muy buscado por su estética atemporal.

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El Chronograph A ofrece una esfera «panda» de gran legibilidad, con sus dos registros negros sobre fondo plateado. Nótese la ausencia de ventanilla de fecha y la sobriedad del logotipo. Este modelo fue ensamblado inicialmente por Heuer para Hamilton. Crédito: Worn & Wound

• Hamilton “Chronograph B” (1968) – Lanzado en paralelo al anterior, el Chronograph B es su variante invertida. Luce una esfera negra con dos contadores blancos contrastantes (se habla de esfera “reverse panda”). Técnicamente idéntico (misma caja de acero de 36 mm, mismo calibre Valjoux 7730), se dirige a los aficionados que prefieren un look más deportivo. Su apodo no es oficial pero se utiliza ampliamente en la literatura relojera. Al igual que el modelo A, solo se produjo durante un corto período (aproximadamente 1968-69), antes de la llegada de las versiones automáticas. Esta relativa rareza lo convierte en una pieza aún más codiciada. Muchos consideran el dúo A/B como los “primos pobres, pero elegantes” de los Heuer de la época –en resumen, una buena oportunidad para quien busca un cronógrafo vintage con el encanto de los 60 sin el presupuesto de un Carrera.

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El Chronograph B presenta una cara invertida respecto al modelo panda, con un fondo negro y subesferas claras. Su estética recuerda a los cronos de carreras de finales de los 60. Crédito: Worn & Wound

• Hamilton Chrono-Matic “Panda” ref. 11002-3 (1969) – Este es el modelo del gran salto tecnológico. Introducido unos meses después de los A y B, el Chrono-Matic (a veces llamado “Chronomatic”) es uno de los primeros cronógrafos automáticos del mundo. La referencia 11002-3 corresponde a la clásica caja redonda de 37 mm con biseles lisos. La versión apodada “panda” ofrece una esfera blanca con contadores negros y retoma la arquitectura bicompax de los modelos manuales, pero con dos diferencias importantes: una ventanilla de fecha a las 6h y la corona situada a las 9h (lado izquierdo), firma del Calibre 11. Además, en la esfera se lee la mención “Chrono-matic”, término utilizado por Hamilton y Breitling para estos calibres automáticos. Estéticamente, este Chrono-Matic panda es una magnífica mezcla de clasicismo (el estilo de los años 60 de los contrastes negro/blanco) y modernidad (las indicaciones de fecha y automático). Producida de 1969 a aproximadamente 1971, esta variante panda es hoy más rara que su hermana de esfera azul, lo que despierta el apetito de los coleccionistas expertos.

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Un ejemplar en estado excepcional del Hamilton Chrono-Matic Panda de 1969. Su diseño es muy de “finales de los sesenta”, pero inaugura la nueva era del cronógrafo automático. Nótese la corona descentrada a la izquierda, signo del calibre 11. Crédito: Menta Watches

• Hamilton Chrono-Matic “Azul” ref. 11002-3 (1969) – Hamilton propuso efectivamente una segunda versión sobre la misma base, dotada esta vez de una esfera azul con efecto rayos de sol y escala taquimétrica blanca inclinada en el realce. Este “Chrono-Matic Blue” es visualmente muy diferente: más audaz, típico del cambio de década a los setenta. Los contadores seguían siendo negros, contrastando bellamente con el azul petróleo de la esfera principal. Esta variante sin apodo particular en la época es hoy tan apreciada como el panda, algunos incluso prefieren su look “cool” más colorido. Comparte la misma referencia 11002-3 (la diferencia de color no se distinguía en la ref.) y, por supuesto, incorpora el mismo Calibre 11 automático. El Chrono-Matic azul ha sido reeditado por Hamilton en nuestros días, prueba de su estatus de clásico.

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Versión con esfera azul del Hamilton Chrono-Matic de 1969. Su elegante tono azul, combinado con una caja compacta de 37 mm, lo convierte en un cronógrafo muy agradable de llevar incluso hoy en día. Crédito: Hodinkee

• Hamilton Chronograph “Fontainebleau” ref. 11001-3 (1969) – Cambio de registro con este cronógrafo de diseño atípico. Presentado simultáneamente a los Chrono-Matic clásicos, el Fontainebleau toma su nombre del famoso castillo francés, en un guiño al lujo y la elegancia. Luce una gran caja de forma tonel casi octogonal (45 mm de ancho) denominada “carré cambré”, muy en boga en los nacientes años setenta. Su esfera blanca con subcontadores negros recuerda el estilo panda, pero alojada en esta imponente caja, con un bisel azul integrado. Equipado con el mismo Calibre 11 automático, el Fontainebleau era la ofensiva de Hamilton en el segmento de los cronos de diseño audaz (al igual que el Heuer Monaco o algunos Breitling). Sin embargo, su aspecto polarizante –o te encanta o lo odias– y su nombre menos asociado a las carreras o la aviación (a diferencia de sus competidores) hicieron que permaneciera en la sombra. No obstante, sigue siendo un imprescindible para el coleccionista, especialmente por su relativa rareza. La patente de su caja se registró en 1968, lo que ilustra la voluntad de Hamilton de innovar también estéticamente. Hoy en día, el Fontainebleau goza de un estatus de “clásico de culto” entre los aficionados a los diseños originales de los 70.

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El Chrono-Matic Fontainebleau de Hamilton, un cronógrafo automático que luce una amplia caja «helmet» (casco) muy representativa del estilo de 1970. Si bien su diseño fue desconcertante para algunos, refleja el vanguardismo de Hamilton en la época. Crédito: Monochrome Watches

• Hamilton Chrono-Matic GMT “Count-Down” ref. 141001-3 (1972) – Este es sin duda el cronógrafo Hamilton vintage más complejo y raro. Lanzado a principios de los años 70, el modelo apodado Count-Down (referencia interna 141001-3, a veces llamado Chrono-Matic E) es un imponente cronógrafo dotado de múltiples complicaciones. Su caja “helmet” de 48 mm integra no solo el cronógrafo automático Calibre 14 (la versión con función GMT del Cal.11), sino también un bisel giratorio interno con indicación de las zonas horarias mundiales (ciudades). Concretamente, posee cinco coronas/pulsadores: dos pulsadores de crono clásicos a la derecha, la corona de cuerda/desplazamiento a la izquierda, más dos coronas superiores para actuar sobre los discos internos (una para el disco 24h GMT, la otra para el bisel World Time). Es un verdadero “panel de instrumentos” en la muñeca, diseñado para pilotos de larga distancia o apasionados de la técnica. Su esfera negra y blanca realzada con detalles rojo-anaranjado (especialmente los pulsadores anodizados rojos) le confieren un aspecto muy de “instrumento de vuelo”. Extremadamente caro de fabricar y poco demandado en la época (era el cronógrafo Hamilton más costoso del catálogo de 1972, vendido por 250$), el Count-Down GMT solo tuvo una producción limitada. Su estatus de grial en Hamilton está asegurado: encontrar un ejemplar completo y en buen estado es todo un desafío, ¡pero qué deleite para la vista y el espíritu técnico!

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El «Count-Down», un cronógrafo de piloto rarísimo firmado por Hamilton (1972). Dotado del Calibre 14 (variante GMT del Chronomatic), permite leer una segunda zona horaria mediante su aguja de 24h y anticipar una cuenta atrás mediante su bisel interior. ¡Un auténtico cuchillo suizo relojero! Crédito: Unwind In Time
Hamilton Chrono-Diver por watch_diversion

• Hamilton “Chrono-Diver” ref. 647 “Big Eye” (1970) – Menos conocido por el gran público, este cronógrafo merece sin embargo una mención por su singularidad. El Chrono-Diver ref. 647 es un cronógrafo de buceo producido a principios de los años 70, reconocible por su contador de minutos ampliado (el famoso “Big Eye”) a las 3h. Este gran subcontador de 15 minutos facilitaba la lectura de los tiempos de inmersión. La esfera negra lleva una escala taquimétrica y telemétrica, testimonio de su posicionamiento polivalente “deportes y marina”. Su caja de acero de unos 40 mm, estanca a 200 m, alberga un calibre Valjoux 7733 manual. También presenta un bisel externo giratorio unidireccional, detalle raro en un cronógrafo de la época (generalmente reservado a los relojes de buceo puros). Producido en cantidad limitada, este modelo se encuentra con poca frecuencia en el mercado, pero atestigua la voluntad de Hamilton de explorar todos los segmentos, incluido el de los cronos de deporte náutico. Para los coleccionistas, el “Big Eye” Hamilton constituye una pieza selecta que mezcla el tema militar (cronógrafo) y el de buceo.

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• Hamilton Chronograph RAF “6BB” (1970) – Finalmente, ¿cómo hablar de Hamilton sin mencionar el cronógrafo militar británico apodado uno de los “Fab Four”? En 1970, la Royal Air Force decide equipar a sus pilotos con un nuevo cronógrafo bicompax estandarizado (especificación DEF-STAN 66-4). Se seleccionan cuatro proveedores: Hamilton, CWC, Newmark y Precista. Hamilton producirá así este modelo militar que responde a la referencia MoD 6BB/924-3306. Se trata de un cronógrafo Valjoux 7733 de cuerda manual, alojado en una caja asimétrica de acero de 39 mm (la carrura se ensancha a la derecha para proteger la corona y los pulsadores). La esfera negra mate lleva la Broad Arrow (flecha de propiedad militar) y el símbolo “T” circulado, que indica el uso de tritio luminiscente. Sencillo en apariencia, este cronógrafo de dos contadores (60 segundos y 30 minutos) cumplía perfectamente su función en las cabinas de los Hawker Hunter y otros jets de la RAF. Producido hasta aproximadamente 1973-74, hoy es muy apreciado por los aficionados a los relojes militares por su autenticidad. Su apodo “Fab Four” hace eco a las cuatro marcas implicadas e ilustra bien la filosofía de la época: un mismo diseño compartido para racionalizar costes, mucho antes de las cooperaciones actuales. El Hamilton RAF es sin duda el más reputado del lote, beneficiándose del prestigio del nombre Hamilton asociado a las fuerzas aliadas desde la Segunda Guerra Mundial.

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Un cronógrafo Hamilton 6BB “Fab Four” de 1972, conforme a las especificaciones de la Royal Air Force británica. Nótese la asimetría de la caja, típica de los relojes de piloto MoD de esta época, y el estilo puramente funcional de la esfera. Crédito: Blomman Watch Report

Existen muchas otras variaciones de cronógrafos Hamilton vintage (citemos por ejemplo los modelos Bicompax con fecha “Datomatic”, o la serie de los “Gilman” destinada al mercado canadiense), pero las piezas anteriores constituyen el núcleo de la colección histórica. Encontremos en la siguiente tabla las principales características de estas referencias imprescindibles.

Modelo / ReferenciaAños prod.MovimientoDimensionesParticularidades
Chronograph A1968-69Valjoux 7730 (manual)∅36 mm, aceroEsfera panda (2 registros), sin fecha, ensamblado por Heuer
Chronograph B1968-69Valjoux 7730 (manual)∅36 mm, aceroEsfera panda invertida, sin fecha, edición limitada en el tiempo
Chrono-Matic Panda (ref. 11002-3)1969-71Chronomatic 11 (auto)∅37 mm, aceroPrimer crono automático Hamilton, fecha a las 6h, corona a las 9h
Chrono-Matic Azul (ref. 11002-3)1969-71Chronomatic 11 (auto)∅37 mm, aceroEsfera azul con efecto rayos de sol, estética de los 70, taquímetro inclinado
Fontainebleau (ref. 11001-3)1969-72Chronomatic 11 (auto)45 x 40 mm, aceroCaja cuadrada curvada, diseño audaz firmado por Hamilton
Count-Down GMT (ref. 141001-3)1971-74Chronomatic 14 (auto GMT)48 x 52 mm, acero5 coronas/pulsadores, bisel worldtime, producción muy limitada
Chrono-Diver 647 “Big Eye”1970-73Valjoux 7733 (manual)∅40 mm, aceroContador de 15’ sobredimensionado, bisel giratorio de buceo
RAF Chrono 6BB (Fab Four)1970-74Valjoux 7733 (manual)∅39 mm, aceroEspec. militares británicas, caja asimétrica, tritio (T)

4. Evolución de los precios actuales (2025) en € y $

Dado que el mercado de los relojes vintage está en constante ebullición, ¿cómo se sitúan nuestros cronógrafos Hamilton en términos de valor hoy en día? En general, estos relojes han visto aumentar sensiblemente su cotización en los últimos diez años, impulsados por el entusiasmo general por los cronos vintage (y por la creciente notoriedad de Hamilton, ahora en el seno del Grupo Swatch). Dicho esto, los precios siguen siendo razonables en comparación con algunos iconos suizos, lo que constituye todo el atractivo de estos modelos para los aficionados expertos. Repasemos cada referencia:

  • Chronograph A & B (1968): durante mucho tiempo considerados «secretos bien guardados», estos modelos han visto aumentar su valor con la toma de conciencia de su interés histórico. En 2010, se podía encontrar un Chronograph A por unos 800 € – hoy, cuente más bien con 1.500 a 2.500 € (aprox. 1.600 a 2.700 $) según el estado y la presencia de accesorios originales. La variante B se negocia en las mismas aguas, aunque algunos coleccionistas atribuyen una ligera prima a la esfera panda clásica del A. Pero, en general, estos dos siguen estando entre los cronos vintage más asequibles por su calidad: una auténtica ganga, sabiendo que comparten componentes con los Heuer de la época (facilidad de servicio) y que todavía están infravalorados en comparación con estos últimos.
  • Chrono-Matic Panda (1969): Pieza emblemática de la historia relojera, su estatus de «primer crono automático» lo convierte en un objeto muy deseable. Durante mucho tiempo, se encontraban Chrono-Matic en torno a los 1.000 € en el mercado de segunda mano. Pero los precios se han disparado desde hace 5-10 años: un hermoso ejemplar panda ronda hoy los 3.000 a 4.000 € (3.200 a 4.300 $). Algunos ejemplares de récord en estado nuevo (New Old Stock) incluso han alcanzado los 5.000 € en ventas recientes. Este creciente interés se debe a que Heuer y Breitling tienen cotizaciones inaccesibles para los modelos equivalentes (Autavia Cal.11, por ejemplo), por lo que los coleccionistas recurren a Hamilton. A tener en cuenta: las versiones equipadas con el Calibre 12, un poco más tardías, pueden negociarse ligeramente más baratas, pero la diferencia es mínima.
  • Chrono-Matic Azul (1969): considerado durante mucho tiempo menos consensual que el panda, el modelo con esfera azul tiene ahora sus adeptos – y, por tanto, su cotización. Históricamente se situaba un 10% por debajo del panda en precio, pero la tendencia tiende a igualarse. Prevea alrededor de 2.500 a 3.500 € (≈2.700 a 3.800 $) por un ejemplar en buen estado. La buena noticia es que Hamilton ha reeditado este modelo en versión moderna (Intra-Matic Auto Chrono azul), ahora agotada – lo que ha reavivado el interés por el original. A algunos coleccionistas les gusta poseer el tándem vintage + reedición, lo que indirectamente apoya el valor del vintage.
  • Fontainebleau (1970): Este cronógrafo «outsider» ha sufrido durante mucho tiempo una menor demanda, y sus precios se han mantenido relativamente moderados. Se podían encontrar ejemplares en buen estado por unos 1.500 € hacia 2015. En 2025, cuente más bien con 2.000 a 2.500 € (≈2.200 a 2.700 $). Sigue siendo muy correcto para un crono automático histórico. Sin embargo, atención, las piezas de recambio (cristal específico, caja) son raras, por lo que el estado debe tenerse en cuenta en el precio. Los modelos con brazalete de acero integrado original (bastante raros) pueden alcanzar los 3.000 €.
  • Chrono-Matic Count-Down GMT (1972): Auténtico mega toolwatch, el Count-Down es también el que alcanza las cotas más altas en cuanto a precio. Debido a su extrema rareza (como mucho, unos pocos cientos de ejemplares producidos), hoy en día se vende entre 5.000 y 8.000 € (≈5,5k a 8,5k $). Un ejemplar vendido recientemente, completamente restaurado, rondaba incluso los 7.000 €. Es, sin lugar a dudas, el cronógrafo Hamilton vintage más caro. No obstante, en relación con sus complicaciones (cronógrafo + GMT + worldtime) y comparado con los Breitling Navitimer GMT de la época, sigue siendo coherente. La demanda proviene sobre todo de coleccionistas experimentados que aspiran a completar una colección «Proyecto 99» (Heuer Monaco, Breitling Chrono-Matic, Hamilton Count-Down, etc.). Para muchos, poseer un Count-Down es marcar la casilla del “Hamilton definitivo”.
  • Chrono-Diver “Big Eye” (1970): Al ser este modelo menos conocido, su precio se ha mantenido relativamente modesto. Se encuentran Chrono-Diver 647 en buen estado en un rango de 1.800 a 2.500 € (≈1,9k a 2,7k $). No es poco, pero refleja tanto su rareza (pocos ejemplares en el mercado) como su público limitado. Los aficionados a los relojes de buceo vintage están dispuestos a pagar por su aspecto original, mientras que otros lo rechazan por la ausencia de un tercer contador o de un diseño firmado (a diferencia de otros cronos Hamilton que tienen una historia más destacada). Se trata, pues, de una cotización de nicho, susceptible de evolucionar si el modelo gana exposición.
  • Cronógrafo RAF Hamilton (1970-72): Los cronos “Fab Four” británicos han visto aumentar sensiblemente su valor, pero siguen siendo atractivos en comparación con otras piezas militares más antiguas. Un Hamilton RAF completo (con su marcaje de fondo intacto e idealmente un comprobante de entrega o una procedencia clara) se negocia en torno a los 2.000 € (≈2.200 $) en 2025. Esto lo sitúa en la parte alta de la horquilla de los “Fab Four” (CWC, Precista & Co. suelen estar un poco por debajo), ya que la marca Hamilton atrae más a los coleccionistas internacionales. Los ejemplares en su estado original, con pátina homogénea, pueden encontrar comprador hasta por 2.500 €, mientras que los modelos más desgastados o con piezas variadas (algo habitual, ya que el ejército a veces mezclaba componentes durante los mantenimientos) podrían rondar los 1.500 €. En comparación, un auténtico Breguet Type 20 militar (años 50) vale más de 20.000 € – se mide así la gran oportunidad que todavía representan estos Hamilton para quien se interese por los relojes militares.

En resumen, la curva de valor de estos Hamilton vintage es globalmente ascendente, pero sin excesos. Poseer un cronógrafo Hamilton de los sesenta o setenta es acceder a una parte de la historia relojera americana por un presupuesto todavía razonable. Los precios indicados anteriormente son susceptibles de evolucionar (especialmente si Hamilton lanza nuevas reediciones o si el mercado vintage sufre fluctuaciones). Pero en vista de su interés histórico y estético, estos relojes conservan una excelente relación calidad/precio en el universo del cronógrafo de colección.

5. Consejos de compra: lista de verificación de autenticidad, trampas a evitar, buenas direcciones

Finalmente, si te sientes tentado por la adquisición de uno de estos guardatiempos, aquí tienes algunos consejos prácticos para una compra serena. Como siempre en el mundo vintage, el lema es: “Knowledge is key” (el conocimiento es la clave). Es mejor llegar armado de información para evaluar correctamente el reloj deseado. Aquí tienes, pues, una lista de verificación de autenticidad y las trampas a evitar:

  • Números de referencia e inscripciones: Asegúrate de que el reloj corresponde realmente a su referencia anunciada. Por ejemplo, un Chrono-Matic 11002-3 debe tener esta ref. grabada en el interior del fondo de la caja o sobre él. Los cronos militares británicos deben llevar las marcas específicas (número 6BB/xxxx, Broad Arrow en la parte trasera, año de emisión) como en el ejemplo de abajo. En caso de ausencia o alteración de los grabados, desconfía: o bien el fondo ha sido pulido, o bien reemplazado.
Ejemplo de marcajes en el fondo de un cronógrafo Hamilton RAF: referencia 6BB/924-3306, broad arrow (flecha gubernamental) y año (’72). Estas inscripciones deben estar presentes y legibles para garantizar la autenticidad del modelo. Crédito: Blomman Watch Report
  • Esfera y agujas: Son los elementos más importantes y a menudo los más restaurados en el vintage. Prioriza una esfera original, incluso con una ligera pátina, antes que una esfera “demasiado nueva” que podría ser un redial (repintado). Las inscripciones deben ser nítidas: por ejemplo, las menciones “Hamilton” y “Chrono-matic” o el logotipo H estrellado no deben presentar borrones. Del mismo modo, en una esfera militar Hamilton, la pequeña “T” y la flecha deben estar presentes. Las agujas, por su parte, deben corresponder al modelo (forma, longitud, presencia o no de lumen). Desconfía de las agujas nuevas que desentonan por su color demasiado blanco: podría tratarse de reemplazos no conformes. Idealmente, la luminiscencia de tritio original (marcada con una “T” en la esfera) debe estar presente en los índices y las agujas, a menudo envejecida en tonos crema o amarillo. Su uniformidad es un buen indicio: si las agujas son de color verde fluorescente mientras que los índices son de color amarillo oscuro (o viceversa), ha habido una disociación.
  • Movimiento: No dudes en pedir una foto del movimiento. Un calibre Valjoux 773x es bastante fácil de reconocer, al igual que un Calibre 11 automático (identificable por su módulo Dubois-Depraz en el piso superior). Verifica la firma “Hamilton” en el puente (en los calibres 11/12/14, Hamilton solía poner su nombre en el rotor o la platina). Un movimiento limpio, sin corrosión ni picaduras, es buena señal. Prueba la función cronógrafo si es posible: arranque, parada, puesta a cero. Todo debe ser fluido. En los Calibre 11, la cuerda automática hace un ruido particular (debido al módulo) – un ligero chasquido de engranajes es normal. En cambio, un rotor que roza o un crono que no se pone a cero exactamente te alertarán.
  • Caja: En estos relojes, una caja demasiado pulida puede hacer perder valor. Los bordes deben permanecer relativamente vivos, especialmente en un Chronograph A/B (su carrura es fina y angulosa) o en una caja asimétrica RAF (que presenta facetas). Un pulido excesivo puede «redondear» estas formas. Prioriza los ejemplares con su cepillado original visible, incluso con algunos arañazos de uso. En el Fontainebleau, por ejemplo, los acabados satinados en la cara frontal de la caja de acero son una ventaja si se conservan. Asegúrate de que la corona esté bien firmada con la H (en la mayoría de los Hamilton, la corona lleva la H estilizada, excepto en algunos modelos suministrados al ejército). Una corona lisa anónima en un Chrono-Matic podría indicar un reemplazo (frecuente, ya que estas coronas firmadas se perdían durante las revisiones).
  • Funcionamiento y pruebas: Pregunta al vendedor sobre la fecha de la última revisión. Un cronógrafo vintage mecánico requiere un mantenimiento periódico (idealmente cada 5 a 10 años). Si el reloj no ha sido revisado durante mucho tiempo, prevé un presupuesto de mantenimiento después de la compra (unos cientos de euros). Prueba la precisión si es posible: un Calibre 11 bien ajustado puede mantener el minuto al día, lo que es satisfactorio para un vintage. El dispositivo de parada de segundero (cuando lo hay, en las versiones militares) debe detener en seco el segundero cuando se tira de la corona, sin demasiada holgura. Finalmente, en un crono automático, verifica que la puesta a cero devuelva todas las agujas a su posición exacta.
  • Procedencia e integridad: Un cronógrafo Hamilton vintage se valorará aún más si viene con su caja y papeles originales (caja, papeles, certificado). Esto es bastante raro, pero algunos ejemplares civiles sobreviven con su estuche firmado por Hamilton de la época. Los modelos militares, por su parte, a veces pueden ir acompañados de una copia de los archivos que indica el nombre del piloto adjudicatario – un auténtico plus. No dudes en preguntar la historia del reloj: un vendedor serio será transparente sobre el origen (por ejemplo, “reloj comprado en tal subasta, perteneció a un piloto de la RAF”, etc.).
  • Trampas comunes: En el mercado, se pueden encontrar relojes “franken” que mezclan piezas de diferentes Hamilton. Esto puede ocurrir porque algunas piezas son intercambiables (especialmente entre cronos Heuer y Hamilton de los años 60). Por ejemplo, una esfera Hamilton podría haberse montado en una caja Heuer o viceversa. Presta atención a cualquier incoherencia (marcaje de fondo que no corresponde a la esfera, etc.). Desconfía también de las dudosas ediciones llamadas “conmemorativas”: Hamilton nunca hizo reediciones vintage antes de los años 2010, por lo que un cronógrafo Hamilton con una mención de aniversario o con un logotipo moderno en la esfera es necesariamente sospechoso para una época vintage. Finalmente, evita las ofertas “demasiado buenas para ser verdad”: un Chrono-Matic vendido por 500 € ciertamente no es auténtico o está muy dañado. El mercado está globalmente educado, por lo que los precios demasiado bajos suelen ocultar un problema.

En cuanto a las buenas direcciones para encontrar estas maravillas, se te ofrecen varias opciones:

  • Sitios de subastas y plataformas especializadas: Catawiki, eBay, Chrono24 rebosan de relojes vintage, incluidos los cronógrafos Hamilton. En Catawiki en particular, se han visto pasar hermosos Chrono-Matic vendidos en torno a los 2.500 € últimamente. Sin embargo, sé atento y haz preguntas a los vendedores (seriedad y reactividad de las respuestas = buena señal). En Chrono24, verifica las valoraciones de los vendedores profesionales.
  • Vendedores y tiendas vintage de renombre: Establecimientos como Analog/Shift, Craft & Tailored, Menta Watches, o incluso tiendas en Europa (Joseph Bonnie, Amsterdam Vintage Watches, etc.) proponen regularmente Hamilton vintage. La ventaja: el reloj suele estar revisado y autentificado, con garantía. El precio será un poco más elevado, pero la tranquilidad tiene un coste.
  • Bolsas relojeras y salones: Si puedes desplazarte, las bolsas especializadas (por ej. la Braderie de Montres en París, o los salones de coleccionistas en Alemania e Italia) son buenos lugares para encontrar cronos Hamilton. Podrás examinar el reloj en persona y negociar. Ve con una lupa e, idealmente, acompañado de un conocedor.
  • Comunidades de coleccionistas: Los foros relojeros (Chronotrader, Watchuseek, Forumamontres) y los grupos de Facebook dedicados a los relojes militares rebosan de anuncios de particulares apasionados. Por ejemplo, un miembro fiable que proponga un Hamilton RAF será a menudo preciso sobre el historial de su reloj. Generalmente, es ahí donde se pueden encontrar los mejores precios, pero hay que ser reactivo y tener cierta confianza en el vendedor. No dudes en pedir referencias o utilizar PayPal con protección de compras para asegurar la transacción.

En conclusión, los cronógrafos Hamilton vintage ofrecen una combinación única de historia militar, innovación americana y saber hacer suizo. Su estilo, a veces sobrio (Chrono A/B), elegante (Chrono-Matic), audaz (Fontainebleau) o utilitario (RAF), satisfará tanto al coleccionista en busca de autenticidad como al aficionado a las bellas mecánicas. Su cotización razonable los convierte todavía en oportunidades de elección en el universo del crono vintage. Así, ya sea que busques revivir la época de los ases de la aviación o lucir un trozo de la historia relojera americana, no dudes en dejarte tentar por uno de estos guardatiempos de excepción. Como recordatorio, como les gustaría decir a los antiguos de Hamilton: “El tiempo vuela, pero el estilo permanece.”

Valery

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