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Joyas Cartier Tank de los 90: lujo icónico por menos de 4.000 €

Mientras algunos Rolex vintage alcanzan cimas estratosféricas y los Patek Philippe se disparan a precios delirantes, un secreto bien guardado persiste en el universo del coleccionismo: los **Cartier Tank de los años 90** siguen siendo sorprendentemente accesibles.

**Aquí una verdad que incomoda:** mientras te peleas por adquirir un Submariner de 15.000 € o un simple Speedmaster roza los 8.000 €, podrías llevar en la muñeca un **auténtico Tank Cartier** por menos de 4.000 €.

Fascinante paradoja. El Tank, ese reloj lucido por las mayores figuras del siglo XX –de Jackie Kennedy a Andy Warhol– permanece hoy a la sombra del mercado especulativo. **¿Por qué esta anomalía?** ¿Cómo explicar que un icono absoluto del diseño relojero, firmado por la casa joyera más prestigiosa del mundo, siga teniendo un **precio tan razonable**?

Sin embargo, la década de los 90 marcó un punto de inflexión decisivo para Cartier. Renacimiento relojero. **Audaz diversificación**. Nacimiento de modelos que se han vuelto míticos. No obstante, estos relojes vegetan en el mercado de segunda mano, eclipsados por el frenesí especulativo que afecta a otras manufacturas.

¿Esconde esta subvaloración crónica una **oportunidad de inversión excepcional**? Hemos analizado ocho referencias emblemáticas para desentrañar este misterio. *La investigación comienza.*

Análisis de los Relojes Cartier Tank de los Años 90: Potencial y Valoración

Publicidad de Cartier de principios de los años 90 – el renacimiento del Tank simbolizado por el eslogan «Reloj Tank. El arte de ser único.» demuestra la voluntad de Cartier de reafirmar su estilo icónico en esta década crucial.

1. Contexto histórico: Renacimiento de Cartier y diversidad de los Tank (1990-1999)

La década de 1990 marca un punto de inflexión decisivo para Cartier. Tras los años dorados del cuarzo y las colecciones más “de moda”, el final de la década presencia una reorientación hacia la relojería tradicional. En 1998, Cartier lanza la Collection Privée Cartier Paris (CPCP), un ambicioso programa de reediciones de modelos históricos en series limitadas y con movimientos mecánicos de alta factura. Esta CPCP (1998-2008) simboliza un verdadero renacimiento relojero de Cartier, reconectando con el prestigio artesanal: calibres Piaget extraplanos, esqueletos, complicaciones, acabados de alto nivel. Es una respuesta al renovado interés por los relojes mecánicos de colección a finales de los 90. Cartier, a menudo percibido anteriormente como un joyero que fabricaba relojes de cuarzo de lujo, ahora quiere dirigirse a los coleccionistas expertos.

Paralelamente, Cartier diversifica su oferta Tank para seducir a un amplio público. La gama «Must de Cartier» introducida a finales de los 70 –célebres Tank de plata chapada en oro (vermeil) con esferas lacadas de colores (especialmente el famoso burdeos)– continúa evolucionando en los años 90. Estos Tank Must más asequibles conocen nuevas variantes (decoraciones de esfera, diferentes colores, ediciones especiales), representando una elegante puerta de entrada al universo Cartier. En 1996, la casa moderniza el Tank lanzando el Tank Française, un modelo con brazalete metálico integrado que aporta un toque deportivo y contemporáneo conservando el ADN Art Déco del Tank. El Tank Française (presentado con motivo del 150 aniversario de Cartier) cosecha un éxito inmediato, convirtiéndose en el símbolo relojero chic de finales de siglo, visto en la muñeca de numerosas celebridades.

Publicidad del Tank Américaine (1997), celebrando los 150 años de Cartier. Lanzado en oro en 1989 y luego declinado en los años 90, el Tank Américaine con su caja curvada encarna la audacia de Cartier – aquí destacado con correa de cuero, automático, ilustra la reedición de modelos históricos en los años CPCP.

También en 1996, Cartier presenta el Tank Américaine en versión de acero (introducido inicialmente en 1989 en oro), ampliando el acceso a este modelo curvado inspirado en el Tank Cintrée de los años 20. Finalmente, en 1999, Cartier sorprende con el Tank Basculante, su elegante interpretación del reloj reversible tipo Reverso. Con una caja rectangular alojada en una cuna pivotante, el Basculante resucita un modelo de los años 30 adaptándolo al gusto de la época (tamaño ligeramente mayor, versiones de acero u oro, movimientos manuales Frédéric Piguet o de cuarzo). Esta proliferación de modelos en los años 90 –desde el más accesible (Must) hasta el más exclusivo (CPCP)– testimonia la estrategia de Cartier: multiplicar los Tanks para cada clientela, al tiempo que prepara el terreno para una imagen relojera más seria.

Percepción en 2025: Hoy, el mercado observa estas referencias Tank de los años 90 con un interés renovado, pero siguen estando globalmente infravaloradas en comparación con otros relojes vintage. En 2025, mientras algunos Cartier icónicos (Crash, Tank Cintrée vintage, CPCP en ediciones limitadas) alcanzan cimas en las subastas, los Tank “clásicos” producidos en los 90 siguen siendo sorprendentemente asequibles. El entusiasmo de las nuevas generaciones por los relojes Cartier ciertamente ha hecho subir algunas cotizaciones desde 2018, pero muchos modelos de esta época todavía se negocian por debajo de los 4.000 €, lo que constituye una oportunidad para los coleccionistas avezados.

2. Definición del alcance: referencias 1990-1999 por debajo de 4.000 €

El presente informe se centra en ocho referencias de relojes Cartier Tank producidos entre 1990 y 1999, cuya cotización actual en el mercado de segunda mano sigue siendo inferior a 4.000 € (aproximadamente 4.300 $ o 3.500 £). El precio máximo de 4.000 € se establece a partir de las transacciones observadas en 2023-2025 en plataformas especializadas (Chrono24, WatchCharts) y en subastas. Los modelos seleccionados ilustran cada uno una faceta de la producción de Cartier de la época: desde los Tank Must en vermeil (plata chapada en oro), testigos de la democratización de la marca, los Tank Louis clásicos en oro pero con movimiento de cuarzo (menos apreciados por los puristas, por lo tanto más baratos), hasta ediciones con un diseño específico como el Basculante o el Obus, sin olvidar el muy popular Tank Française automático de primera generación. Quedan excluidos del estudio los modelos puramente joyeros (engastados) o las piezas CPCP muy limitadas cuyos precios superan el umbral.

La tabla resumen (sección 4) proporcionará para cada referencia la estimación de precio a finales de 2024 (en € con conversiones a $ y £), así como un indicador de liquidez (facilidad de reventa). También analizaremos la evolución del valor entre 2014 y 2025 para medir el rendimiento de cada reloj durante 11 años, y su tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR). Finalmente, una comparación (sección 5) con modelos contemporáneos comparables –en particular el Jaeger-LeCoultre Reverso u otros iconos rectangulares como el Hamilton Boulton– permitirá situar el rendimiento de los Tank de los 90 en relación con el mercado global de relojes de colección.

3. Selección de 8 Tank «olvidados» de los años 90 (≤ 4.000 € en 2025)

A continuación, presentamos ocho referencias emblemáticas, hoy en día infravaloradas. Para cada modelo: una ficha técnica resume las características, luego examinamos la cotización en 2014 vs 2025 (con CAGR estimado), la rareza en el mercado y una nota de potencial de inversión (subjetiva, sobre 5 ★).

3.1 Tank Must Vermeil 1613 «esfera Burdeos»

Un ejemplar de Tank Must Vermeil esfera burdeos con correa de cuero marrón. La esfera lacada sin números, simplemente adornada con la firma «must de Cartier» y un índice « Paris » a las 6h, es la seña de identidad de estos modelos lanzados a partir de 1977 y producidos hasta los años 90.

Ficha técnica: Caja rectangular de 23 x 30 mm en plata maciza chapada en oro amarillo (vermeil 20 µm), corona adornada con un cabujón de zafiro sintético azul. Esfera lacada de color burdeos sin índices numéricos, logotipo must de Cartier dorado. Movimiento mecánico de cuerda manual (calibre ETA 78-1 modificado por Cartier) en las primeras series de finales de los 70, sustituido por un cuarzo calibre 90 en las series de los años 90. Fondo a presión. Correa de cuero con hebilla chapada en oro con el logo de Cartier. Estanqueidad limitada (30m originalmente).

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Evolución de la cotización: En 2014, estos Must Tank de los años 90 se cotizaban en torno a solo 800 € en buen estado, durante mucho tiempo despreciados por los coleccionistas debido a su movimiento simple y su abundancia en el mercado. En 2025, hay que contar con unos 1.600 € por un ejemplar muy bien conservado con su caja y papeles, lo que supone un aumento del +100% en 11 años (CAGR ~6,5%/año). La democratización de los relojes vintage a través de las redes sociales ha vuelto a poner de relieve estos modelos coloridos, apreciados por su aspecto vintage elegante y unisex. Sin embargo, a pesar de duplicar su valor, generalmente se mantiene por debajo de los 2.000 €, lo que parece todavía bajo en comparación con otros relojes vintage de grandes casas.

Rareza: Producción elevada en los años 80-90 (varias decenas de miles de ejemplares sumando todas las esferas). La esfera burdeos es la más icónica y relativamente frecuente. Se encuentran permanentemente entre 50 y 100 Tank Must vermeil burdeos a la venta online (en todos los estados de conservación). No obstante, hay que prestar atención al estado de conservación: muchos presentan desgastes del chapado o esferas agrietadas (la laca burdeos a veces envejece mal). Un ejemplar completo (caja, certificados) de los años 90 sigue siendo poco común.

Potencial de inversión: ★★★☆☆ – A corto plazo, la apreciación podría estancarse porque los precios ya han subido en los últimos 5 años. Pero a largo plazo, este modelo sigue siendo un clásico atemporal de Cartier. Su potencial es más coleccionable que invertible: ofrece una entrada asequible al Cartier vintage. La rareza no está presente, pero la demanda sostenida (tendencia de moda retro, relojes unisex de tamaño pequeño muy apreciados) asegura el valor. En resumen, una inversión de placer más que una apuesta especulativa.

3.2 Tank Basculante 2390 (reedición 1999)

El Tank Basculante ref. 2390 en acero, visto aquí con la caja girada – la esfera está oculta, transformando el reloj en un mini reloj de sobremesa. Cartier recurrió en 1999 a un fabricante de cajas de origen JLC para recrear este mecanismo « cabriolet » de los años 30.

Ficha técnica: Caja rectangular de acero inoxidable pulido, 26 x 38 mm (tamaño entonces denominado «grande» masculino, bastante fino de perfil ~5,8 mm). Sistema basculante patentado: la caja principal pivota verticalmente en una cuna fija, permitiendo girar la esfera hacia el interior. Esfera blanca plateada con motivo guilloché central, números romanos negros, minutería de ferrocarril y firma secreta de Cartier en X. Agujas azuladas. Corona integrada a las 12h en la cuna (a ras con cabujón de zafiro). Movimiento: calibre Cartier 050 MC mecánico de cuerda manual (base Frédéric Piguet 6 ¾’’’), 18 rubíes. Correa Cartier de aligátor con hebilla de acero.

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Evolución de la cotización: Modelo lanzado a finales de 1999, vendido por aprox. 3.000 $ en su momento. En el mercado secundario, el Basculante permaneció durante mucho tiempo como una curiosidad relativamente barata: en 2014 se podían encontrar por 1.800 € (especialmente en la versión de cuarzo). En 2025, la versión mecánica ref. 2390 en acero ronda los 3.200 € en buen estado (+80% en 11 años, CAGR ~5,5%). El aumento es real pero moderado en comparación con la explosión de algunos modelos de Cartier. El Basculante sufre de una menor notoriedad que el Reverso de Jaeger-LeCoultre, con el que se compara a menudo. Sin embargo, su cotización sigue estando muy por debajo del precio de un Reverso clásico equivalente, lo que lo convierte en una gran oportunidad para un reloj original firmado por Cartier.

Rareza: Bastante baja. Producido solo durante unos años (1999-2002 aproximadamente) antes de ser discretamente retirado del catálogo, el Tank Basculante no conoció una difusión masiva. Se estiman unos pocos miles de ejemplares en acero sumando todos los calibres. En el mercado actual, aparece de forma esporádica – quizás una decena de ofertas permanentes en todo el mundo. La versión de acero mecánica 2390 es la más buscada. Su relativa rareza contribuye a mantener los precios estables, sin más.

Potencial de inversión: ★★★★☆ – El Basculante representa una apuesta interesante: su concepto técnico y lúdico seduce cada vez más a los coleccionistas en busca de originalidad, siguiendo la estela de la creciente popularidad de los Cartier atípicos (Tortue, Tank à Guichets, etc.). Su escaso número en circulación podría crear a largo plazo un efecto de rareza. Si Cartier no lo relanza (lo que sigue siendo posible dada la actual moda vintage), los ejemplares existentes podrían ver aumentar su cotización. A ~3.000 € en 2025, es uno de los Cartier mecánicos con diseño único más asequibles. Le atribuimos 4 estrellas de potencial, especialmente para un horizonte a largo plazo.

El Basculante abierto, dejando entrever el fondo con motivo « doble C » de la caja y la cuna fijada. Este reloj atípico sigue siendo confidencial: producido a finales de los 90 según un concepto histórico de Cartier, ofrece una alternativa más « de vestir » al Reverso de JLC.

3.3 Tank Louis Cartier Cuarzo – ref. 5057001 (años 90)

Ficha técnica: Modelo emblemático Tank Louis (derivado del diseño original de Louis Cartier en 1922) en su versión de los años 90 con movimiento de cuarzo. Referencia 5057001 correspondiente a una caja de vermeil (plata chapada en oro) de formato pequeño (aprox. 20 x 28 mm, denominado modelo «Lady»). Esfera blanca con números romanos negros, minutería de ferrocarril, firma «must de Cartier» aplicada. Agujas tipo espada de acero azulado. Movimiento Cartier cal. 057 de cuarzo (base ETA). Fondo de acero a presión. Correa de cuero con hebilla dorada. Cabe destacar que Cartier produjo bajo referencias cercanas Tank Louis de oro de 18k de cuarzo para señora, difícilmente distinguibles estéticamente de las versiones de vermeil – el punto común era el movimiento electrónico.

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Un ejemplo de Tank Louis cuarzo versión Must de Cartier (vermeil). La esfera lleva la mención «must de Cartier», los números romanos y la clásica minutería de ferrocarril. Este tipo de reloj se produjo en grandísimas cantidades en los años 80-90, en oro macizo o chapado en oro para las versiones más accesibles.

Evolución de la cotización: Estos Tank Louis de cuarzo fueron durante mucho tiempo despreciados por los coleccionistas, que preferían las versiones mecánicas antiguas. En consecuencia, su precio de segunda mano se mantuvo muy bajo. En 2014, se encontraban modelos de vermeil por unos 1.200 € e incluso versiones de oro de 18k por aproximadamente 2.500 €. En 2025, la tendencia ha evolucionado ligeramente: cuente con unos 1.800 € por un ejemplar de vermeil bien conservado (es decir, +50% en 11 años, CAGR ~4%/año), y alrededor de 3.500 € por una versión de oro de 18k con correa de cuero. El aumento es, por tanto, modesto. Estos relojes siguen estando entre los más baratos de la familia Tank en el mercado vintage, reflejo de la persistente desconfianza hacia los movimientos de cuarzo en el coleccionismo. Irónicamente, su diseño permanece inalterado desde hace un siglo y su elegancia atemporal seduce a una nueva clientela femenina, lo que sostiene un poco la demanda.

Rareza: Muy común. Cartier produjo innumerables Tank Louis en oro y vermeil, en varios tamaños, durante los años 90. El modelo 5057001 (vermeil tamaño pequeño) es frecuente de segunda mano. La versión de oro de cuarzo también se encuentra fácilmente (era un reloj de «regalo de lujo» muy apreciado en la época). El verdadero problema es el estado: muchos han sufrido pulidos excesivos o cambios de pila tardíos que han causado daños al movimiento. Pero en sí mismo, no se puede hablar de rareza: la liquidez es elevada (fácil de comprar y revender en esta gama de precios).

Potencial de inversión: ★★☆☆☆ – Bajo. Desde un punto de vista puramente financiero, estos Tank de cuarzo están limitados por su movimiento: los coleccionistas puros y duros apenas se interesan por ellos, lo que limita el aumento de los precios. Es cierto que su valor sigue la inflación y el aumento global de los relojes Cartier (+50% en una década), pero nada hace presagiar una escalada. Sin embargo, no hay que descuidarlos: para un aficionado, es la oportunidad de adquirir un Tank Louis Cartier auténtico de oro por una fracción del precio de un modelo nuevo mecánico. El interés reside sobre todo en el agradable porte de un reloj elegante y fino, sin la limitación de la cuerda diaria. En resumen, una inversión modesta, prudente, más centrada en el placer de uso.

3.4 Tank Américaine Medium 1660 (1995)

Ficha técnica: Variante modernizada del Tank Cintrée, el Tank Américaine se caracteriza por una caja rectangular alargada y curvada que se adapta a la muñeca. La referencia 1660 corresponde al modelo Medium de los años 90, un formato unisex (~ 34 x 19 mm) en acero u oro amarillo. Caja curvada, grosor ~7 mm, corona octogonal con cabujón. Esfera plateada guilloché, números romanos, pequeña minutería de ferrocarril en la periferia, sin segundero. Movimiento según versiones: calibre automático (Piaget 430P modificado por Cartier) para las versiones de oro de gran modelo, pero en el Medium es frecuente el cuarzo cal. 690 de 8 rubíes. Correa de cuero con hebilla desplegable Cartier. Sin segundero ni fecha en estos primeros Tank Américaine Medium de los 90 (solo el tamaño grande tenía fecha).

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Evolución de la cotización: El Tank Américaine Medium en acero u oro con correa de cuero ha seguido siendo relativamente accesible. En 2014, una versión de oro de cuarzo se encontraba en torno a los 3.000 €, y una de acero de cuarzo alrededor de los 1.500 €. En 2025, los de oro de cuarzo oscilan en torno a los 3.600 € (+20% solo en 11 años), los de acero algo menos de 2.000 €. El mercado favorece más bien el Tank Américaine automático grande, más masculino, y la versión mini pequeña, muy femenina – el Medium es un término medio que, paradójicamente, se revende peor. Su cotización es, por tanto, relativamente estancada. Con un presupuesto < 4k€, todavía se puede encontrar un Tank Américaine de oro de 18k de cuarzo de los años 90 con correa de cuero, lo que representa en sí mismo una excelente oferta teniendo en cuenta el prestigio del modelo nuevo (un Américaine de oro nuevo supera los 15.000 €). Pero la escasa progresión atestigua una demanda tibia.

Recuadro histórico: Cartier concentró sus esfuerzos a finales de los 90 en la Collection Privée (CPCP) de reediciones. Aquí una publicidad de 2001 para el Tortue Monopoussoir CPCP. El Tank Américaine, aunque fuera de la CPCP, se benefició de este entusiasmo por las formas históricas de Cartier revisitadas.

Rareza: El Tank Américaine se produjo primero en oro (desde 1989), apareciendo el acero solo en 1996 con motivo del 150 aniversario. Las versiones Medium de oro de cuarzo se encuentran con bastante regularidad, las versiones de acero de cuarzo un poco menos (Cartier vendió menos debido a la preferencia de la clientela femenina por los pequeños). Globalmente, se puede hablar de disponibilidad media: no son raros hasta el punto de ser inencontrables, pero notablemente menos comunes que un Tank Must o Française. Se deben buscar las piezas de oro con certificado de origen, ya que Cartier discontinuó estas referencias – podrían revalorizarse si vuelve la moda de los relojes de oro finos.

Potencial de inversión: ★★☆☆☆ – Por ahora, el Tank Américaine Medium permanece bajo el radar. Su diseño es soberbio, pero su estatus híbrido (demasiado grande para ser un reloj de señora clásico, demasiado pequeño para muchos hombres actuales) lo penaliza. A menos que haya un giro en la moda hacia los tamaños intermedios, su potencial de subida parece limitado. Sin embargo, el resurgimiento del interés por los años 90 y por los Cartier en general podría acabar afectándolo. Mientras tanto, es una inversión muy segura (el reloj vale al menos su peso en oro para las versiones de oro), y una compra placentera. Solo 2 estrellas de 5 en puro potencial especulativo, pero una excelente relación calidad-precio en términos absolutos.

3.5 Tank Française Auto 2302 (1996 – modelo grande de acero)

Ficha técnica: El Tank Française, lanzado en 1996, introduce un brazalete metálico perfectamente integrado en la caja, renovando el estilo Tank para el siglo XXI. La referencia 2302 designa la versión Large en acero con movimiento automático. Caja cuadrada de 28 mm de lado (≈36 mm de altura con las asas), grosor ~7 mm. Bisel liso cepillado. Corona octogonal con espinela azul. Esfera blanca plateada con guilloché central, números romanos negros, minutería de ferrocarril, fecha a las 6h. Agujas tipo espada azuladas. Movimiento automático Cartier cal. 120 (base ETA 2892-A2) con fecha, 21 rubíes, 42h de reserva de marcha. Brazalete de acero con eslabones articulados en «H», cierre desplegable invisible doble. Hermético a 30 m.

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Evolución de la cotización: Bestseller de Cartier en los años 2000, el Tank Française de acero automático circuló mucho en el mercado de segunda mano, ejerciendo una presión bajista sobre los precios durante mucho tiempo. En 2014, se encontraba la ref. 2302 en torno a los 2.200 € en buen estado completo. En 2025, el mismo se negocia en torno a los 3.500 €, lo que refleja un aumento de ~60% (CAGR 4,4%). Nada exuberante, pero la reciente puesta en valor por parte de Cartier del Tank Française (reedición 2023) ha redinamizado el interés por los antiguos. Sin embargo, esto sigue siendo muy razonable en comparación con otros relojes deportivos de acero de grandes marcas que han duplicado o triplicado su valor. El Tank Française sigue siendo ante todo un reloj de estilo, producido en volumen, lo que limita la especulación.

Detalle de un Tank Française 2302: se reconoce el brazalete integrado con eslabones escalonados y la esfera con guilloché de rayos de sol. Introducido en 1996, el Française fue el reloj «must-have» de finales de los 90 y principios de los 2000, producido en grandísimas cantidades.

Rareza: Nula – es probablemente el Tank Cartier más extendido del planeta. Se vendieron decenas de miles de unidades en acero, sin contar las versiones de oro/acero y oro. En el mercado de segunda mano de 2025, se encuentran permanentemente un centenar de Tank Française ref. 2302 disponibles en todo el mundo. La liquidez es, por tanto, excelente: es un modelo fácil de revender rápidamente, tanto más cuanto que goza de un reconocimiento inmediato entre el gran público.

Potencial de inversión: ★★★☆☆ – Si hablamos de inversión puramente financiera, el Tank Française de acero es una inversión sólida pero poco espectacular. Su precio sigue la tendencia general (inflación + ligera prima vintage), sin que se prevea una escalada. Merece 3 estrellas porque no corre el riesgo de desplomarse –su estatus icónico le asegura una demanda constante– pero las perspectivas de una fuerte plusvalía son limitadas por la oferta pletórica. En cambio, como reloj para llevar, su relación calidad-precio de segunda mano es imbatible: por ~3-4k€, se obtiene un reloj mecánico de lujo, diseño Cartier atemporal, que habría costado el doble nuevo. En resumen, una inversión de placer razonable, más que un objeto de especulación.

3.6 Tank Obus 1615 (reedición 1997 – vermeil cuarzo)

Ficha técnica: El Tank Obus, creado en 1929, se distingue por sus asas cilíndricas que evocan obuses de artillería en las cuatro esquinas de la caja. Cartier propuso una reedición en los años 1990. La ref. 1615 corresponde a una versión Must de Cartier en vermeil (plata 925 chapada en oro amarillo) producida hacia 1997. Caja cuadrada de 25 x 25 mm, grosor ~5,5 mm. Asas en forma de «bala» prominentes. Esfera blanca lacada denominada “quadrant laqué” con solo la mención Cartier y Paris (sin números – aquí el bisel de la caja lleva los grandes números romanos azules lacados). Agujas Breguet de acero azulado. Movimiento Cartier calibre 057 de cuarzo. Correa de cuero con hebilla dorada. Existían versiones CPCP en oro mecánico (muy buscadas), pero la 1615 es la declinación de cuarzo accesible.

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Un raro ejemplar de Tank Obus « Paris » en oro, con bisel con números romanos lacados en azul (años 90). La versión Must 1615 se inspira directamente en él, pero con caja chapada en oro y movimiento de cuarzo. Este diseño fuera de lo común rompe con el tradicional Tank rectangular.

Evolución de la cotización: El Tank Obus reedición de cuarzo se produjo en cantidades muy limitadas, y su cotización en el mercado permaneció durante mucho tiempo discreta. En 2014, se podía encontrar un ejemplar de vermeil en torno a los 2.000 € (el problema era encontrarlo, más que el precio). En 2025, el valor estimado ronda los 4.500 € por un ejemplar en buen estado con su caja – lo que supera nuestro umbral de 4k€, pero se trata del precio de demanda de algunos comerciantes. En subastas, se han visto pasar por debajo de los 4k€ recientemente. La progresión es de aproximadamente +120% (mejor que otros Tank), lo que refleja la toma de conciencia de su rareza y el atractivo por las formas Cartier atípicas. Sin embargo, sigue siendo un mercado de nicho, poco líquido, con precios que pueden variar considerablemente (escaso historial de ventas comparables).

Rareza: Elevada. La versión Must 1615 solo estuvo en catálogo brevemente hacia 1996-1998, vendida en su momento de forma casi confidencial (Cartier comunicaba sobre todo los CPCP de alta gama). Se habla sin duda de unos pocos cientos de ejemplares producidos como máximo. Es raro verlos a la venta: quizás aparezcan 1 o 2 ejemplares al año en las plataformas internacionales. Es, por tanto, una pieza casi de coleccionista en esta configuración, a pesar de su modesto movimiento de cuarzo.

Potencial de inversión: ★★★★☆ – El Tank Obus de los 90 cumple varios requisitos para una inversión apasionante y fructífera: diseño Art Déco único, producción muy reducida, aura Cartier y, hasta ahora, subvaloración crónica (por ser de cuarzo y desconocido). A medida que los coleccionistas exploran más allá de los Tank clásicos, el Obus podría ver aumentar aún más su cotización. Le damos 4 estrellas de potencial, reservándolo para un perfil de comprador experto dispuesto a esperar para revenderlo. Su principal inconveniente: la escasa liquidez. Encontrar un comprador al precio justo puede llevar tiempo, ya que es un reloj “de iniciados”. Pero dada su estética audaz y su rareza, es una excelente apuesta a medio plazo – tanto más cuanto que sigue siendo relativamente asequible frente a las rarísimas versiones CPCP de oro (que hoy valen 12-15k€).

3.7 Tank Solo XL 2742 (1ª serie, ~2004)

Ficha técnica: Introducido justo después de 2000, el Tank Solo retoma el testigo de la línea Must como Tank de entrada de gama, pero con una caja de acero y un estilo depurado. La serie XL ref. 2742 (mediados de los años 2000) corresponde al tamaño grande para hombre: caja de acero de 31 x 40 mm, bastante plana (± 6,5 mm). Esfera blanca opalina, números romanos pintados, minutería de ferrocarril, pequeño segundero a las 6h. Movimiento mecánico automático calibre Cartier 690 (base ETA 2892) con pequeño segundero (variante rara, ya que posteriormente el Solo XL tuvo el cal. 049 sin pequeño segundero). Correa de cuero negra con cierre desplegable de acero. Hermético a 30m. Esta primera generación de Solo XL se distingue por la ausencia de raíl metálico en el bisel (a diferencia de los modelos Tank Américaine o Française) – su diseño es muy cercano al Tank Louis clásico, pero más grande.

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Evolución de la cotización: Aunque posterior a 1999, lo incluimos porque ilustra la evolución de los Tanks “asequibles”. Nuevo, valía unos 2.500 € en los años 2000. De segunda mano, su cotización primero bajó (se encontraban por unos 1.500 € en 2014), y luego remontó con el entusiasmo por Cartier: en 2025, un Solo XL de 1ª serie se negocia en torno a los 2.000 € si está completo, es decir, +30% (CAGR ~2,5%). Su valor sigue, por tanto, la inflación, sin dispararse. Es lógico, ya que este modelo relativamente reciente compite con la versión actual Tank Must SolarBeat o Auto. Sin embargo, los aficionados señalan que esta 1ª generación XL es el último Tank “clásico” mecánico asequible de Cartier – lo que podría hacerlo más deseable cuando ya no sea fácil de encontrar en buen estado.

Rareza: Media a baja. El Solo XL se vendió bien, pero la 1ª generación con pequeño segundero solo existió unos pocos años. Hoy es menos común que los tamaños más pequeños o que las generaciones de cuarzo. No obstante, se ven pasar regularmente en ventas (a menudo sin sus papeles de origen). Así que no es realmente raro, solo un poco olvidado en favor de modelos más icónicos.

Potencial de inversión: ★★★☆☆ – Limitado. Este reloj aún no ha entrado en el vintage deseable (tiene menos de 20 años). Su estilo “clásico depurado” hace que a veces se confunda con un modelo nuevo, lo que perjudica su atractivo de colección. En un horizonte de 5-10 años, podría despegar un poco una vez que la generación tenga más de 30 años, pero no es una pieza con un potencial muy alto. Se le pueden conceder 3 estrellas porque su posicionamiento único (un gran Tank mecánico por debajo de 2k€) acabará atrayendo el favor de aficionados que no pueden invertir en un Tank Louis moderno (mucho más caro). Digamos que es una inversión razonable, más centrada en el uso diario de un Cartier imponente, a la espera de una posible revalorización moderada.

3.8 Diagonale 8295 (1997)

Ficha técnica: Objeto relojero casi surrealista, el Cartier Diagonale es un Tank… ¡colocado en diagonal! Inspirado en un concepto de los años 1930, Cartier realiza en 1997 algunos ejemplares en oro amarillo (Ref. 8295) con motivo de su 150 aniversario. Caja asimétrica de forma tonel, inclinada 45°, de unos 37 mm de envergadura diagonal por 20 mm de ancho. Esfera plateada con guilloché, números romanos también girados, logotipo de Cartier a mediodía (en el eje diagonal). Agujas azuladas. Movimiento de cuarzo calibre 157. Correa de satén negra con hebilla de oro. Algunos ejemplares están engastados con diamantes. Huelga decir que se trataba más de una pieza de alta joyería/colección que de un reloj utilitario.

Su futuro Cartier Diagonale podría estar en Catawiki (explore las subastas en busca de hallazgos únicos).

Evolución de la cotización: Inestimable, se podría decir – tan raro es en el mercado. Cuando salió en 1997, el modelo se vendía por más de 20.000 F (unos 5.000 € actuales). De segunda mano, ha aparecido algunas veces: una venta en subasta en 2010 en torno a los 4.000 €, luego una oferta online en 2020 a 12.000 $ que quedó sin vender. En 2025, se puede estimar que valdría unos 5.000 € si surgiera (sin diamantes), pero la verdadera dificultad es encontrar uno. Su cotización no se rige por tendencias lógicas de oferta/demanda, es más bien oportunismo de coleccionista. Dada su rareza, superamos un poco el marco de los <4k€ – pero lo citamos para que conste, ya que su concepto ilustra la audacia de Cartier en los 90 y que existió una versión simplificada en la colección estándar (Tank Divan Diagonale para señora, hacia 2004).

Rareza: Extrema. Producido probablemente en unas pocas decenas de ejemplares, el Diagonale se cuenta entre los Cartier más escurridizos. Muchos coleccionistas ni siquiera conocen su existencia. Huelga decir que cruzarse con uno es un milagro. Su rareza hace que no haya realmente un mercado para él – cada transacción es un caso particular entre un vendedor y un rico aficionado.

Potencial de inversión: ★★★★☆ – ¡Difícil de evaluar! Para quien tuviera la suerte de comprar uno en torno a los 4-5k€, el potencial de plusvalía parece elevado (su valor podría seguir el de otras curiosidades Cartier muy buscadas, como el Crash o el Asymétrique, que sí han subido como la espuma). Le ponemos teóricamente 4 estrellas porque su perfil de “sleeper” ultra-raro podría explotar si Cartier o los medios lo ponen algún día de relieve. Pero cuidado: es una inversión poco líquida, arriesgada en ese sentido – hay que encontrar comprador. En resumen, una apuesta de coleccionista experto. ¡Para la mayoría de los lectores, mejor admirarlo en foto y centrarse en Tanks más comunes!

4. Tabla resumen (precio y liquidez)

La siguiente tabla resume la información financiera clave para cada modelo, con el precio medio estimado para 2025 en euros (y conversiones a dólares estadounidenses y libras esterlinas), así como una apreciación del nivel de liquidez en el mercado de segunda mano:

Modelo (1990-99)Precio medio 2025 (€)Precio ($)Precio (£)Liquidez
Tank Must Vermeil « Burdeos »1.600 €1.750 $1.400 £Alta (muy común)
Tank Basculante acero (auto)3.200 €3.500 $2.800 £Media (algunos ej.)
Tank Louis cuarzo vermeil1.800 €1.950 $1.550 £Alta (común)
Tank Américaine Medium3.600 € (oro)3.900 $3.150 £Media (oferta limitada)
Tank Française auto acero3.500 €3.800 $3.000 £Muy alta (muy común)
Tank Obus vermeil cuarzo4.000 € *4.300 $3.500 £Baja (rareza alta)
Tank Solo XL auto2.000 €2.150 $1.700 £Media (disponible)
Tank Diagonale oro cuarzo5.000 € *5.400 $4.350 £Muy baja (casi inencontrable)

En términos de crecimiento del valor entre 2014 y 2025, las diferencias son notables de un modelo a otro. La mayoría experimentó una apreciación moderada (del +20% al +80% en 11 años), lo que equivale a un CAGR anual de entre el 2 y el 6%. Solo las piezas muy raras (Tank Obus, Diagonale) muestran un aumento porcentual de tres cifras, pero con volúmenes de venta anecdóticos.

El Reverso se benefició de un interés creciente (muchas ediciones limitadas, celebración del 90 aniversario en 2021, etc.), lo que impulsó los precios al alza. Los Tank de los 90, por su parte, progresan de forma más lineal – su pico de popularidad es más reciente (2018-2022) y se ve frenado por el hecho de que Cartier ha reeditado algunos modelos (Tank Must 2021, por ej.) que compiten con el vintage.

Esta visión confirma que los rendimientos de los Tank de los años 90 se han mantenido por debajo de la media del mercado de relojes de colección durante el período. A modo de comparación, un simple Cronógrafo Rolex o un Nautilus Patek habrían experimentado una ganancia del +200 al +300% en el mismo período… Prueba de que estos Cartier siguen estando (por ahora) relativamente infravalorados y desvinculados de la especulación desenfrenada que ha afectado a otros relojes.

5. Comparativa: el Tank frente a los iconos rectangulares contemporáneos

¿Cómo se han comportado los Tank de los 90 frente a los otros relojes rectangulares del mercado? Dos referencias vienen inmediatamente a la mente: el Jaeger-LeCoultre Reverso y el Hamilton Boulton. El Reverso, nacido en 1931, ha atravesado el tiempo como el Tank y actualmente goza de una fuerte demanda. El Hamilton Boulton, modelo Art Déco americano de los años 40 recientemente actualizado (especialmente a través de la película Indiana Jones 5), representa una alternativa mucho más asequible.

Jaeger-LeCoultre Reverso: Entre 2014 y 2025, la cotización de los Reverso clásicos prácticamente se ha duplicado (ver gráfico sección 4). Un modelo Reedición 1931 que en 2014 se encontraba por 4.000 € hoy vale más de 8.000 €. El Reverso se beneficia de una imagen muy arraigada entre los conocedores: movimiento manufacturado JLC, múltiples complicaciones y un marketing activo (numerosas series especiales). Además, JLC ha sabido cultivar la comunidad de apasionados, lo que impulsa el mercado de coleccionistas. Frente a esto, los Tank de los 90 adolecen de una imagen más «gran público» o «femenina» – por lo tanto, menos especulación. El Reverso domina al Tank en cuanto a valoración reciente. Sin embargo, la tendencia podría invertirse parcialmente: los Tank han comenzado a atraer la atención (artículos, influencers de Instagram) desde hace 2-3 años, lo que no ocurría tanto en 2014. Siendo Cartier extremadamente proactivo en 2023-2025 (nuevos Tank Louis, reediciones Privé, etc.), se observa una alineación gradual del interés de los coleccionistas hacia la marca.

Hamilton Boulton: Este reloj tiene forma rectangular con esquinas redondeadas, muy elegante, pero firmado por una marca mucho menos prestigiosa. Se podía comprar un Boulton vintage de los años 40 por 300 € en 2014; en 2025, una reedición nueva vale 700 € y un vintage restaurado ~500 €. Es decir, que es estable. El Tank, incluso el «olvidado», juega en otra categoría de valor. ¿Por qué mencionar el Boulton? Porque demuestra que no todos los relojes rectangulares han corrido la misma suerte. Su caso pone de relieve un punto clave: la fuerza de la marca Cartier en el imaginario colectivo. Si comparamos un Tank Must chapado en oro y un Hamilton Boulton chapado en oro de los 90, objetivamente la calidad puede parecer similar, pero el Cartier valdrá 3 veces más. Esto se explica por el estatus emblemático del Tank, lucido por figuras históricas (princesas, artistas) y un capital de lujo incomparable. En 2025, el Boulton sigue siendo un simpático homenaje Art Déco, mientras que el Tank conserva el aura del original.

En resumen, el Tank sigue estando hoy en día infravalorado en relación con su prestigio histórico. El Reverso ha logrado capitalizar mejor su historia entre el público masculino, mientras que muchos Tank de los 90 vegetan en la sombra, percibidos como relojes de mujer o «de joyero». Cabe señalar que Cartier ha sufrido durante mucho tiempo un ligero desdén por parte de los coleccionistas de relojería pura, lo que explica esta diferencia. Pero la tendencia se está invirtiendo: desde 2020, se observa un verdadero entusiasmo por los Cartier vintage (impulsado por la dinámica del departamento Heritage de Cartier y los récords en subastas). Los Tank de los 90 podrían, por tanto, experimentar en los próximos años una revalorización más marcada, siguiendo el ejemplo de los Reverso.

6. ¿Por qué el Tank sigue (aún) infravalorado?

A pesar de todas sus ventajas –diseño atemporal, glamour histórico, marca mítica– el Cartier Tank de los años 90 presenta en 2025 precios muy comedidos. Varios factores pueden explicar esta relativa infravaloración:

  • Producción importante: Cartier no es una pequeña manufactura, y sus modelos de éxito se han fabricado en volumen. Los Tank Must, Française o Solo existen en abundancia, lo que frena mecánicamente la subida de los precios en comparación con relojes producidos en unos pocos miles de ejemplares. El mercado de segunda mano está bien surtido, lo que reduce la rareza percibida.
  • Movimientos de cuarzo para el gran público: La mayoría de los Tank de los 90 (excepto los Française y algunos Louis) llevan calibres de cuarzo o mecánicos sencillos procedentes de proveedores externos. A ojos de los coleccionistas puristas, esto los hace menos nobles que un Reverso con calibre JLC manufacturado. Este esnobismo técnico pesó durante mucho tiempo, aunque la tendencia se atenúa (se redescubren los calibres Must Cartier como parte de la historia de la casa).
  • Imagen “femenina”: El Tank, sobre todo en sus declinaciones chapadas en oro, fue enormemente lucido por mujeres en los 80 y 90. A veces se percibió más como un accesorio de moda que como un reloj de verdadero hombre conocedor… Este estereotipo hizo que muchos coleccionistas (hombres en su mayoría) lo ignoraran. Hoy, las mentalidades evolucionan: el estilo unisex y los relojes pequeños están de moda, las jóvenes coleccionistas llegan al mercado, etc. El Tank se beneficia de ello, pero este cambio de imagen no se ha producido de la noche a la mañana.
  • Enfoque de Cartier en otros ámbitos: Durante los años 2010, Cartier se centró en otras líneas (Ballon Bleu, Calibre Diver, etc.) y dejó un poco de lado la comunicación sobre el Tank clásico. Fueron necesarias las redes sociales, y luego el lanzamiento de los nuevos Tank Must 2021, para reavivar la llama. Este “retraso” de atención explica en parte por qué los precios no se dispararon antes.

En resumen, la infravaloración actual es tanto una oportunidad (para quien quiera adquirir un reloj legendario sin pagar la prima de un Rolex o un Patek) como una sorpresa si se compara con la valoración de otros iconos. Todo indica, sin embargo, que esta situación no durará eternamente. Cartier se esfuerza activamente por educar al mercado sobre su patrimonio relojero (exposiciones, libros, reediciones de muy alta gama a través de Cartier Privé). A medida que el público coleccionista integre Cartier en su cultura relojera –al mismo nivel que Jaeger-LeCoultre o Audemars Piguet– los modelos “olvidados” de los años 90 podrían ir recuperando progresivamente parte de su retraso en la cotización.

7. Lista de comprobación de compra y autenticación para los Tank de los 90

Para concluir, aquí tiene una lista de comprobación que debe tener en cuenta si está considerando comprar uno de estos Tank de los años 90, para tomar una decisión informada y evitar decepciones:

  • Verificar el chapado vermeil: en los modelos Must, el chapado en oro debe tener un grosor mínimo de 20 micras. Si el vendedor menciona desgastes del chapado en las esquinas, negocie el precio en consecuencia – una pérdida de oro demasiado importante puede requerir una restauración costosa.
  • Observar la esfera de cerca: las esferas lacadas (burdeos, negras) pueden presentar grietas con el tiempo. Asegúrese de que no haya retoques burdos o alteraciones. Asimismo, las menciones “Cartier” y la firma secreta (en la V del VII) deben estar presentes y bien definidas, señal de autenticidad.
  • Hebilla ardillón o desplegable original: un detalle que tiene su importancia para el valor y la autenticidad. Los Tank Must solían tener una hebilla en forma de C estilizada – asegúrese de que esté presente. En los Française o Solo, priorice los relojes con su brazalete de acero original, siempre más cotizados que con un brazalete de terceros.
  • Movimiento adecuado: sepa qué calibre equipa su Tank. Por ejemplo, un Tank Louis vermeil debe tener un cuarzo cal. 057 – si se lo venden con un movimiento mecánico, es sospechoso (o entonces es una conversión no original). Del mismo modo, un Basculante 2390 auténtico tendrá un calibre mecánico Piguet decorado; una versión de cuarzo (ref 2405) valdrá un 30% menos.
  • Rastros de pulido excesivo: examine las esquinas y aristas de la caja. El Tank tiene líneas tensas – si están redondeadas anormalmente, es señal de un pulido demasiado pronunciado que ha hecho perder material. No solo altera la belleza, sino que además puede borrar los números de serie del dorso. Mejor algunos microrrayones de uso que un reloj demasiado pulido.
  • Certificado y papeles: un extracto de archivo de Cartier o los papeles originales siempre aportan una plusvalía y aseguran la autenticidad. Cartier puede, previa solicitud (y pagando una tasa), certificar un número de serie y su modelo correspondiente – un servicio útil para las piezas más caras.

Respetando estos puntos, pondrá todas las posibilidades de su lado para adquirir un Tank de los 90 que, más allá de su precio razonable, le aportará grandes satisfacciones estéticas y relojeras. Y quién sabe, ¡quizás haya hecho una inversión inteligente si el resto del mercado despierta por fin al encanto atemporal de estos Cartier “olvidados”!

Valery

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